Ayer se estrenó en Telecinco el enésimo reality de la cadena. En esta ocasión le han dado por llamarlo ‘Las joyas de la corona‘ y tener a la mismísima Carmen Lomana como cabeza visible de un reality que pretende ser una pieza morbosa más de la programación de la cadena amiga.
‘Las joyas de la corona‘ es un reality sobre el cambio, un cambio que es lo que buscan los concursantes del programa y que se basa únicamente en ser más educados, tener mejores modales y dejar de tener la actitud chabacana y vulgar con la que vienen la mayoría de ellos. Es decir, que los concursantes en la casa reciben clases de modales y actitud de diferentes profesores, algo así como un ‘Supermodelo’ pero basado en los buenos modales y el glamour.
Y destaco la palabra glamour en el anterior párrafo porque eso es en lo que se basa el programa, ya que aunque su premisa sea la buena educación y los modales, todo en el programa está impregnado de un aire glamouroso y una peste a Carmen Lomana que te hace sentir un poco, al menos al principio, engañado. Engañado porque cuando crees que les van a enseñar la educación que te enseñaron tus padres, te encuentras con que los enseñan a saludar a celebridades, a tomar el té con decencia o a ser un buen anfitrión en una cena.
Otro ingrediente del programa que hay que destacar es el cásting. La elección de los participantes es digna de admirar, ya que nos encontramos desde el basto de pueblo que come con la boca abierta, pasando por la chica agujereada por todos lados con piercing y que no conoce a ningún político, o el típico culturista que solo se preocupa de su cuerpo y le da igual todo lo demás. Desde aquí aplaudo a los directores de cásting por haber tenido la paciencia de escoger a tales personajes, perfectos para el morbo que busca el programa y para hacerlo todo lo exagerado que se pueda para que la gente se enganche.
En cuanto al programa en sí, comentar que aunque su ejecución es más que correcta (ya quisieran algunas buenas ideas tener esa realización y producción), el espacio es pura bazofia, lleno de tópicos y burlas que buscan únicamente el interés del público mediante el intento de un cambio que no valdrá de nada. El programa es puro morbo y no tiene ningún interés salvo el ver las auténticas salvajadas que dicen los profesores a los alumnos con el pretexto de que les están enseñando a ser gente con clase y modales.
En definitiva, como digo el título, si puedes alejarte de ‘Las joyas de la corona‘ hazlo sin dudarlo, ya que no vale la pena ni para que te entre el sueño a las horas intempestivas a las que termina el programa.