Que Telecinco ya no es "la cadena amiga" que conocimos en los noventa es algo que no escapa a nadie y, más allá de eso, con el tiempo ha conseguido labrarse una imagen que muchos consideran que desprestigia sus comienzos y que hurga en lo más pestilente de la sociedad, con corazón y sucesos como bandera. Pero más allá de esto, Telecinco tiene el honor de haber introducido en nuestro país ciertas prácticas y métodos que se han extendido al resto de cadenas demostrando que, aunque algunos de estos inventos nos parezcan perniciosos, funcionan.
Los avances de Telecinco pueden subdividirse en varios grupos. Por un lado, tenemos los que se refieren a la autopromoción de la cadena y que se concretan en los cebos y en la exposición televisiva. Con estos elementos, que luego fueron copiados por el resto de cadenas, se intenta garantizar que la audiencia se mantenga en la cadena en el mayor número de franjas posibles. El sistema de las productoras de confianza ha cimentado esta práctica, ampliando los beneficios de la cadena.
En cuanto a programación, a Telecinco le debemos la introducción del reality en España con Gran Hermano, el primer spin-off patrio con Aída, mantiene en antena la serie más longeva (Hospital Central), revolucionó la información de sociedad con Aquí hay tomate, en 1995 le robó, según cuentan, la idea de Médico de familia a José Frade, emitió Twin Peaks, y canceló El informal y Caiga quien caiga.
Pero quizá sus mayores éxitos haya que buscarlos en el campo de la publicidad, donde ha desarrollado distintas estrategias que ahora son lugar común en todas las cadenas. Telecinco implantó el concepto de target comercial, una restricción del target que estudia la incidencia de la publicidad en personas de entre trece y cincuenta y cuatro años de poblaciones de más de 100.000 habitantes (éste es el público idóneo por ser los que más capacidad potencial de consumo tienen). La publicidad por emplazamiento en los desayunos de Médico de familia es un hito de nuestra televisión. Y la pantalla compartida en la Fórmula 1 ya ha sido utilizada con éxito en otros formatos.
Quizá Telecinco sea la cadena que más ha apostado por nuevos métodos huyendo del modelo tradicional representado por Televisión Española. Como decía al principio, muchos de estas estrategias que son una verdadera lacra para el espectador medio han demostrado su valor al aplicarse en otras cadenas, que tradicionalmente han ido a rebufo de lo que hacía Telecinco. No obstante, últimamente se dejan sentir ciertos síntomas de cansancio en la cadena, a la que parece haber pillado de improviso la fragmentación televisiva. ¿Será que no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos o quizá es que ya estén preparando un nuevo cambio de modelo?
En ¡Vaya Tele! | Audiencias fragmentadas, nervios a flor de piel
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