La cancelación de ‘Operación Triunfo’ es el tema del momento. Telecinco ha sido muy tajante en su decisión, ya que supone no sólo admitir que la presente edición del talent show ha fracasado, sino también renunciar a uno de sus formatos estrella probablemente para siempre. Y es que después de este enorme batacazo y posterior cierre improvisado es muy difícil que la cadena vuelva a apostar por un formato que ha dado muestras de no captar el interés del público como antaño.
Pero, ¿qué es lo que ha provocado este fracaso? ¿por qué esta edición no ha conseguido hacerse con la audiencia? Tal vez simplemente esto sea la evolución lógica descendente que conlleva el paso del tiempo. Todos los formatos tienen un ciclo vital que termina en una pérdida de interés por parte del público y ‘Operación Triunfo‘ no iba a ser menos. Y tampoco podemos decir que el formato no hubiese dado antes síntomas de desgaste, pues desde que aterrizó en Telecinco siempre fue a menos. No obstante, sí que hay motivos a los cuales podemos achacar el fiasco, y no sólo se puede deber a Pilar Rubio como muchos señalan. ¿Qué ha fallado en OT 2011?
La presentadora
Es el tema más comentado hoy. Es muy fácil criticar a la cara más visible pero no creo que ella sea la única culpable de la caída del formato. Eso sí, también es cierto que Pilar Rubio no ha estado a la altura de las circunstancias. Por un lado, la sobra de Jesús Vázquez es alargada, el público estaba muy hecho a su forma de llevar ‘OT’, y Pilar no ha encontrado un estilo propio.
Por otro lado, ella no tiene aún las tablas para llevar con solvencia una gala de tal envergadura, como hemos podido ver. Pilar es algo limitada en cuanto a la espontaneidad, le cuesta salirse del guión según las circunstancias y no es la mejor leyendo el cue. Quizás sea un ejemplo de persona que destaca en un segundo puesto pero que no es capaz de subir de nivel. ¿Tendrá mejor suerte en ‘Piratas‘?
Galas interminables
La escaleta de las galas no era la más amena posible. Todos sabemos que el momento álgido de ‘OT’ son las nominaciones, pero que las actuaciones no presenten interés es bastante grave, y si encima los videos de presentación de las actuaciones aportan poco, la cosa no pinta bien. Tampoco ayuda que la duración de las galas sea tan extensa.
El motivo de esto es la buscar rascar un poco más de share a horas de menor competencia y así inflar el share medio del programa, pero esto tiene el peligro de que la audiencia total, los espectadores, se aburran de seguir semana a semana esas galas maratonianas y acaben abandonando el formato, como de hecho ha pasado. Sin ir más lejos, la gala del pasado lunes acabó a las 1:40 de la madrugada, ¿cómo esperan mantener a los espectadores hasta esa hora para ver quién es el expulsado? Y si la gente se va a la cama antes de ver el momento más interesante de la gala, ¿para qué verla?
Selección de temas
Algo que lastra la agilidad de la gala es la selección de temas musicales que el concurso ha llevado a cabo. No voy a hablar de calidad musical porque no es lo mío, pero sí puedo decir que los escogidos no son precisamente los más “entretenidos”. Si miramos atrás a la primera edición de ‘Operación Triunfo’ nos damos cuenta de que los temas musicales eran más ligeros, y más variados. Antes podíamos escuchar baladas y canciones moviditas, música latina o temas muy comerciales, pero sobre todo bastante más música en castellano.
Porque no nos engañemos, ‘Operación Triunfo’ tiene un componente de karaoke, y al público en general le resultaría más entretenido el concurso si los temas interpretados fuesen más reconocibles y pudieran tararearlos desde casa. Por eso una selección de temas poco conocidos y siendo la mayoría en inglés pueden resultar aburridos o ajenos para muchos. Puede parecer una tontería, pero un concierto de música que ni conoces ni entiendes se hace más pesado que uno de canciones que te suenan.
Jurado y expulsiones
Como decíamos antes, el punto fuerte de cada gala es ver a quién nominan y a quién expulsan, y en este aspecto ha habido dos cambios que han sido para peor. Por un lado, las expulsiones no se han hecho de una semana para otra como siempre, sino que en la misma noche que se nominaba se resolvía la votación y se expulsaba. Así no sólo perdían la posibilidad de recaudar dinero mediante sms durante la semana, sino que también le restaba emoción. Ya no veíamos cómo los nominados preparaban nerviosos sus temas en solitario para defenderse, ni nos daba tiempo a “temer” la expulsión de nadie. En apenas un cuarto de hora se producía la ejecución y adiós muy buenas.
Por otro lado, los responsables de las nominaciones no estaban a la altura. Mal que pese, Risto fue el protagonista absoluto de las ediciones anteriores de ‘OT’, y ni Noemí Galera intentando hacer de mala, ni Rafa Sánchez conseguían emular al publicista de las gafas de sol, como tampoco ha sabido hacerlo Eva Perales, por muchos buenos momentos que nos diese en intervenciones pasadas en otros realities, aquí no ha brillado por sus comentarios. Y sin un villano imponente, las nominaciones, y por tanto las galas y el talent show en general han perdido interés.
Falta de retroalimentación y convivencia con ‘Gran Hermano’
La clave para que los realities siempre funcionen mejor a Telecinco que a Antena 3 siempre ha sido la retroalimentación. Es imposible ser espectador de Telecinco sin acabar enterándose qué le pasa a los concursantes de ‘Gran Hermano’, porque sus historias salpican la programación, desde ‘Sálvame’ a ‘El programa de Ana Rosa’. En cambio ‘Operación Triunfo’ no ha despertado esta vez interés suficiente en los magacines de la cadena, lo cual lo ha convertido en un producto aislado en su franja de prime time en lugar de algo vivo que se mueve por toda la parrilla.
Y el hecho de ser ignorado por los magacines probablemente se deba a que estos ya tienen su cupo de reality cubierto con la presencia de ‘Gran Hermano’. Pocas veces en Telecinco conviven dos realities, y menos dos de los más potentes. Por un lado fue una apuesta por tener dos caballos ganadores en el frente, pero por otro corrían el riesgo de que uno le quitase todo el protagonismo al otro, como ha pasado. Siendo ‘Gran Hermano‘ mucho más polémico, era normal que el que feneciese fuese ‘OT’. Mientras los ex-concursantes de ‘GH’ son carne de cañón de platós en los que alimentar polémicas creadas, los de ‘OT’ eran ignorados. Además, la ausencia de resúmenes diarios en el canal principal también favorece esta situación de poco interés hacia el concurso.
Estos son algunos de los puntos que tal vez hayan contribuido a que ‘Operación Triunfo’ fracase en este 2011 o tal vez sean otros los motivos. Lo que sí parece claro es que, con este cierre repentino, Telecinco da la espalda a un formato antaño de éxito y todo parece indicar que ya no forma parte de las joyas de su corona. Tras la gala del próximo domingo probablemente ‘Operación Triunfo’ pase a dormir el sueño de los justos, y será almacenando en el recuerdo de los realities de Telecinco que ya no funcionan, junto a ‘La casa de tu vida’, ‘Desafío bajo cero’, ‘La cocina del infierno’ y hasta ‘El topo‘.
En ¡Vaya Tele! | Telecinco cancela ‘Operación Triunfo’ y adelanta su final al próximo domingo