Las batallas de 'La Voz', el espectáculo eterno

Las batallas de 'La Voz', el espectáculo eterno
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La 1:49 de la mañana y termina la primera entrega de la segunda fase de ‘La Voz’, el talent show que se ha alzado ya con el prematuro título de programa revelación de la temporada 2012/2013… he incluso me atrevería a decir del año en el que estamos. Tras cinco galas de “Audiciones a Ciegas” tocaban “Las Batallas”, una segunda criba en el que cada equipo se reducía a la mitad cara a que pase a las galas finales (que serán en directo) la crème de la crème.

Ayer Manuls analizaba un poco qué supondría el cambio de formato de ‘La Voz‘ y cómo repercutiría eso en lo que más importa cara a los productores, la audiencia. En las ediciones internacionales del programa siempre había cierto bajón ya que lo que realmente llama la atención de ‘La Voz’ son las audiciones a ciegas. Finalmente parece que no es así ya que esta primera gala de Batallas se ha mantenido en un asombroso 35,5% de share aunque baja a los 5,3 millones. Una barbaridad que solo hace que nos preguntemos si pinchará en algún momento.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

¿Cómo son Las Batallas de ‘La Voz’?

Cuando hace unas semanas empezamos a ver las “audiciones a ciegas” todo eran preguntas y mucha expectación… cuando Malú, Bisbal, Melendi y Rosario terminen sus equipos ¿qué pasaría? Los que ya conocíamos la versión americana (o la inglesa) ya intuíamos por donde iban los tiros, pero para el resto era ya todo novedoso.

“Las batallas” es un concepto bastante sencillo. Tras terminar los equipos hay un tiempo de trabajo con los grupos, los participantes, y llega un momento en el que los coaches deben hacer una criba. Esta criba consiste en enfrentarlos en el propio equipo de dos en dos en una misma canción. Quien mejor lo haga en la actuación del programa pasa a las galas finales y quien peor queda eliminado.

Para ello los coaches contarán con la ayuda de su propio asesor, un cantante de “reconocido prestigio”: Luis Fonsi (asesor de David Bisbal), Antonio Carmona (Rosario), Tiziano Ferro (Malú) y Nek (Melendi). Estos ayudarán a configurar cada dueto y trabajarán con el coach y los contendientes para realizar el espectáculo de turno. De hecho antes de cada batalla nos ofrecen un vídeo en el que vemos todo el trabajo realizado por toda esta gente.

A grandes rasgos, y quitando el cambio de dinámica, el otro gran cambio es el papel de Jesús Vázquez en el programa. Si en su limitado papel de las audiciones, como mero acompañante de las familias y amigos de los aspirantes le veíamos como pez fuera del agua aquí ya le volvemos a ver en su salsa. Bueno, en cierta manera, porque también es verdad que interviene lo justo y necesario. Introduce la batalla de turno a lo combate de boxeo y dinamiza la parte de la valoración del jurado y decisión del coach.

Por cierto, no me pienso meter en las elecciones finales de los coaches, ya que ya demostraron en las “audiciones a ciegas” que de música saben lo justo y aquí siguen haciendo de las suyas, con elecciones de facepalm para cualquiera que tenga conocimientos rudimentarios en la materia.

La insufrible duración de ‘La Voz’

Asesores de La Voz

No sé si será porque los que vemos televisión yanqui estamos malacostumbrados pero… ¿no ha sido excesiva la duración de esta primera gala de “batallas” de ‘La Voz’? Y es que concentrar 28 actuaciones en tres programas puede ser mortal. Si con las audiciones a ciegas agradecíamos que durase hasta la una justitas, el hecho de que las Batallas se alargaran hasta casi las dos de la mañana crea el sentimiento contrario.

El formato en sí es simple: Introducción en vídeo → batalla → valoración. Sencillo pero repetitivo y, sobre todo, monótono. La sensación que tengo por lo general es que ‘La Voz’ pierde todo el buen ritmo que tenía durante las audiciones y se convierte en algo innecesariamente largo. Quizás con la mitad de batallas por episodio nos encontráramos con un formato más ágil y que no provoque pereza.

Desde un punto de vista televisivo, un programa musical es difícil de realizar. De hecho, a pesar de encontrarnos con un buen espectáculo musical, a esta segunda fase de ‘La Voz’ le falla el ritmo. El formato es como es, y poco se puede cambiar, pero el modo de hacerlo y montarlo es lo que tiene que marcar la diferencia entre un buen programa musical y algo del montón.

En ¡Vaya Tele! | ‘La Voz’ se pasa a las batallas

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