No sé a vosotros, pero a mí las noticias de baile de derechos de retransmisiones deportivas me encantan, por una parte por ver como se queda chafada la cadena que pierde los derechos, y por la otra por la ilusión de que la nueva cadena pueda mejorar lo hecho anteriormente. En esta ocasión, la noticia es que TVE ha comprado los derechos de emisión de la Copa del Rey, arrebatándoselos a Telecinco, que era la cadena que estaba emitiendo hasta ahora los partidos del campeonato monárquico.
Con estos derechos la cadena pública vuelve al terreno de la emisión de partidos de fútbol nacional después de mucho tiempo ausente, ya que para la temporada que viene dispondrá de los derechos de la Champions League y de los recién adquiridos de la Copa del Rey. ¿Es esto una buena noticia? Por un lado los que no son futboleros dirán que es absurdo gastar tanto dinero en esto, pero por el otro lado los que sí lo somos nos alegramos de que Telecinco y JJ Santos dejen de emitir fútbol porque, sinceramente, lo hacían de pena.
Aún así, y viéndolo desde la perspectiva de alguien a quien no le pueda gustar el fútbol o que no le guste que la cadena pública gaste su dinero en este tipo de contenidos, hay que considerar que el fútbol mueve mucha audiencia, tan solo hay que ver como el partido de ayer de Antena 3 de Champions League consiguió el 41,8% de share, un tanto por ciento nada despreciable que le va a venir muy bien a la cadena pública para conseguir lo que buscan desde hace tiempo, que genere la menor cantidad de pérdidas posibles.
Hay que decir también que la adquisición de estos derechos es inmediata, por lo que TVE emitirá la final de la Copa del Rey que enfrentará a Barcelona y Athlétic Club, un partidazo vamos.
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