Hay ficciones basadas en hechos reales y hechos reales que superan a la ficción. Y luego está 'Mi Gitana', una obra audiovisual en la que realidad y ficción entran y salen como Pedro por su casa. Porque una cosa es adaptar la vida de un personaje público en una tv movie como hicieron con la Duquesa de Alba o Tita Cervera y otra esto. Simplemente la ironía de usar en la promo la canción de 'La bien pagá', sabiendo lo del contrato millonario de Isabel Pantoja con Telecinco, ya es para volvernos todos locos.
No debe ser casualidad lo de la canción, desde luego. Parece que la estrategia de Telecinco fichando a La Pantoja iba más allá de ponerla a dar las Campanadas y hacerle una gala navideña. De hecho creo que eso fue un anzuelo, tanto para tener contenta a la tonadillera como para preparar a la audiencia para lo que estaba por venir. Que ha sido de traca. Un despropósito audiovisual y, a la vez, un evidente éxito de audiencia.
Recreando momentos célebres sin necesidad de guión
La vida y milagros de Isabel Pantoja ha sido estirada en tres capítulos en los que se desarrolla un guión poco menos que pésimo. Porque el gran problema de la miniserie 'Mi Gitana' es que no hay argumento, no hay historia, ni tramas, ni desarrollo de personaje. No hay un guión propiamente dicho. En lugar de armar un relato en torno a la tonadillera que llevase del punto A al punto B con sus correspondientes giros, se han limitado a recrear los greatest hits de la vida de Isabel Pantoja. Y ni eso, porque no hemos visto sus éxitos o sus buenos momentos, sino una sucesión de escenas que reflejaban lo más polémico y miserable de su vida.
Vale que no se pretende hacer una obra digna de un Goya por su intensidad o buena construcción, pero no podemos olvidar que, ante todo, estamos ante una historia de ficción, y no un documental dramatizado. Lo que han hecho se parece más a un programa de sketches que a una ficción. No había evolución, no había causalidad, nada llevaba a nada. Las elipsis temporales hacían presencia en la biografía de Isabel Pantoja saltándonos los pasajes "tranquilos" y yendo al grano con los turbios: Encarna Sánchez, María del Monte y finalmente Julián Muñoz y el caso Malaya.
A fin de cuentas, 'La Duquesa' y 'Tita, la Baronesa' contaban una historia, de mejor o peor manera, pero la contaban. 'Mi Gitana' no. Representan con actores momentos que todos conocemos o hemos oído hablar de la vida de la retratada. Y lo peor de todo es que la mayoría de las "escenas" las hemos visto físicamente (como el "no me vas a grabar más") o más grave, ocurrieron en la propia Telecinco (hilarante recrear 'A tu lado' como 'Junto a ti'). Se hace raro.
Para mí el visionado de 'Mi Gitana' ha sido como ver un gran especial de 'HomoZapping' sobre Isabel Pantoja y sus allegados. La "gracia" de la miniserie era ir reconociendo quién era quién (Coronado, María del Monte, Mayte Zaldívar...), habiendo algunos aciertos de casting (pocos, como Jesús Gil) y otras caricaturas dignas de carcajada. Se me escapó una gran carcajada cuando vi la recreación del programa de Jesús Quintero. Increíble. Casi mejor que hubiesen contratado a Carlos Latre para todos los personajes.
De los tres episodios, el que más chicha tuvo fue el primero, desde luego. No sé si porque era la novedad o porque realmente la historia de Encarna Sánchez dio más juego que el resto (ellas dos viendo su parodia de Martes y 13, todo tan metatelevisivo). De hecho Encarna era la protagonista absoluta de un episodio en el que Isabel queda retratada como una pava de la que no se entera ni de cuál es su sexualidad (¡que sólo somos amigas mamá!). Y luego es una manipuladora, y luego boba otra vez, y así. Y para colmo, no cambian a la actriz protagonista en toda la serie a pesar del espacio temporal tan grande reflejado, que parece que Isabel se bebiese el Santo Grial en algún momento y consiguiese la inmortalidad. Que la Pantoja del último episodio se lleva 21 años con la actriz.
Un pilar para toda la parrilla
No nos equivoquemos. Telecinco no ha sacado a combate solamente una miniserie, sino toda una gama de contenidos para el canal, una estrategia de varias semanas. Reportajes previos, debates, declaraciones de Mila Ximénez, Chelo García Cortés, Raquel Bollo y otros muchos allegados de la cantante han llenado horas tanto en los especiales 'La noche de Mi Gitana' como en los magacines de la cadena.
Si llenaron horas y horas de magacines hablando de Rocío Dúrcal o Tita Cervera en las semanas en que se emitieron sus biopics, y son menos mediáticas, esta claro que se multiplicaría exponencialmente tratándose de la mujer más famosa de España. La emisión de los tres episodios de la ficción ha concluido, pero esto ha sido sólo la excusa para poner de actualidad temas manidos que seguirán explotándose por un tiempo.
Y lo que queda...
Telecinco guarda varias cartas en la manga y, de momento, no ha querido anunciar qué hará con ellas. Está claro que, ahora que está en contrato Isabel Pantoja, no sólo no podía impedir la emisión de la miniserie sino que además la pueden obligar a sentarse en un plató para que todos la veamos indignarse y rabiar. Un plan tan brillante como maquiavélico, hay que reconocer.
Pero parece ser que de momento no la vamos a ver. Ya hemos visto sentarse ante las cámaras a Mila Ximénez (en relación con Encarna Sánchez) y a Mayte Zaldívar (sobre el caso Malaya). La siguiente parada será la entrevista a Julián Muñoz que no se sabe si tendrá lugar también en la noche del lunes u otro día de la semana.
Yo apuesto porque programarán la entrevista contra 'El Número 1' esta semana continuando con los especiales de 'La noche de Mi Gitana'. De esta forma Julián probablemente no podrá batir al programa de Antena 3 pero cuidan la final de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?', y ya de cara a la semana siguiente la entrevista con Isabel Pantoja llegará con más fuerza y previsiblemente hundirá la segunda gala del talent show. Suposiciones todo, pero tengo claro que La Pantoja se sentará en un plató de Telecinco más pronto que tarde. ¿Qué pensáis vosotros?
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