Anoche Telecinco le dio una segunda oportunidad a ‘Guaypaut’, que ya se estrenó en Navidad con un 13% del share, y obtuvo peores resultados que entonces en una franja en la que venía dominando casi sin discusión. A la vista del 10% del share que obtuvieron anoche en prime time estoy convencida de que una simple reposición de ‘Aída’ habría funcionado mejor.
‘Guaypaut’ es una mezcla imposible entre ‘Humor amarillo’ y ‘Gladiadores americanos’. Es decir: pruebas de tortazo pero con concursantes musculados que gritan sin pudor a los cuatro vientos que son los reyes del mundo. Era difícil pero han conseguido hacer la peor combinación posible y el resultado me parece que falla en sus puntos esenciales. Viendo que es una adaptación del ‘Wipeout’ americano igual podrían haber maquillado sus fallos en lugar de añadirle otros nuevos.
Carmen Alcayde como presentadora-animadora no está ni mucho menos bien, sus comentarios son totalmente prescindibles y su actitud de “cheerleader” no le pega ni con cola. Que esté todo el rato en pantalla, ya sea en pantalla completa o compartida, requiere de una actitud que Alcayde no encuentra y a su figura le falta mucho dinamismo.
Pero pese a lo que pueda parecer, Carmen Alcayde no fue lo peor. Desde mi punto de vista resulta incomprensible que en un programa de este tipo no se vean los tortazos en primer plano y que las pruebas estén editadas. Enseñan los batacazos con imagen ampliada, con un efecto de pérdida de calidad que no sé explicar. Entiendo que en las pruebas colectivas es difícil pescar toda la acción en el momento pero eso se arreglaría con más cámaras aunque, claro, si de lo que se trata es de hacer un programa barato van por el buen camino. Y lo de editar las pruebas para ahorrar tiempo resta credibilidad a la acción. ¿No habría sido más fácil hacer las pruebas más cortas?
En general el programa me resultó muy aburrido. Claro que hubo tortas espectaculares pero todos se lo tomaban tan en serio, con tanta dignidad, que así no tiene gracia. Y también hicieron demasiado hincapié en las motivaciones de los concursantes y en su situación personal, como si nos importase saber qué van a hacer con el dinero del premio. Al final, un señor que ni siquiera había ganado se puso en tanga a petición de la presentadora. No hacía falta.
En ¡Vaya Tele! | ‘Humor amarillo’ y ‘Wipeout’, a la gresca