Gran Hermano ha vuelto. Digno de ser considerado el contenido basuril por excelencia de la televisión y uno de los más morborsos. consiguió arrasar en la noche de ayer. 3.497.000 espectadores siguieron la gala con un 28,7% de share. Es un dato típico de estreno. Luego en la meseta del concurso los espectadores comienza a abandonarlo hasta que llega las últimas semanas y Telecinco no para de calentar el ambiente. Es en ese momento donde vuelve a registrar picos de audiencia antes la curiosidad/morbo de saber el nuevo ganador, el cual ya no alcanza tan altas categorías de popularidad como antaño.
Esta edición, la número 9, madre mía ya han pasado 9 ediciones de las que Telecinco no se avergüenza sino todo lo contrario, somos el único país con tantas ediciones. Se busca desesperadamente el culebrón a un estilo cercano a Diario de Patricia. Tenemos a dos gemelas fingiendo ser la misma persona delante de sus compañeros, otras dos hermanas que hasta no entrar en la casa no se conocían, un inmigrante senegales que viene buscando un futuro para su familia, una invidente, un aspirante a Factor X que enamoró por televisión a una de las gemelas hasta el punto de ir a buscarle a su ciudad y por supuesto muchas chonis y macarrilas.
Novedades del concurso: las casa encoge al gusto de la organización, un voz de "super" muy ambigua, la primera semana la chicas decidirán a que dos chicos echan, además aún falta el Gran Hermano de oro que entrará en breve. Y ayer para fastidiar y rizar el rizo les quitaron las maletas para que empezarán a compartir la ropa de las únicas dos que se salvaron. En fin, la vida en la casa ha empezado y amenaza con extenderse por la TDT durante 3 meses.
Vía | 20 Minutos En ¡Vaya Tele! | Gran Hermano
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