Ayer fue el día elegido por Telecinco para contraatacar. La crisis publicitaria que viene arrastrando desde hace ya varios meses no podía alargarse más en el tiempo. Y con la llegada del nuevo año la cadena encontraba el motivo perfecto para crear un nuevo espacio, que permitiera mostrar a la audiencia el nuevo propósito que se ha marcado para desvincularse de la mala imagen, surgida tras la polémica entrevista que se realizó en ‘La noria’, y por la que comenzó el boicot que tantos problemas le ha dado a Telecinco.
Y para el contraataque se estrenó ‘El gran debate’, un programa de más de dos horas de duración que relegaba a ‘La noria’ al late night y que permitía recopilar algunos de los elementos que se demandaban cuando surgieron las críticas hacia el espacio de Jordi González. ‘El gran debate’ cambiaba de plató, de estética y de contertulios (quizá le faltó cambiar también de presentadores para presentar una imagen totalmente renovada, ya que si Telecinco cedió al boicot debió llegar a todas sus consecuencias) y centraba su contenido en realizar un debate en prime time sobre un problema social de actualidad.
Así arrancaba ‘El gran debate‘. Se intentó rescatar lo mejor de ‘La noria’ y tengo que reconocer que a mí en ocasiones me llegó a recordar al mítico ‘Moros y cristianos’. El primer tema a debatir, el paro y las consecuencias de la inminente reforma laboral, un tema de máxima actualidad que fue dividido en varios puntos de interés y con el que se quiso dar las máximas visiones posibles, con reportajes y con la participación del público presente. También se intentó que los nuevos contertulios pudieran argumentar sus ideas sin que fueran pisados por voces subidas de tono (algo que no se pudo lograr en todo momento).
Fue mucho el maquillaje que se utilizó para crear ‘El gran debate’, lo que provocó que los anunciantes volvieran de nuevo a las pausas publicitarias del programa. ‘El gran debate’ no sufrió de escasez de anuncios y durante sus dos horas de duración tuvo el relleno que le brindaban las grandes marcas, que volvieron a los sábados por la noche de Telecinco. Parece que la estrategia dio resultado y ahora solo queda saber qué audiencia cosechó ‘El gran debate’ y si ésta permitirá que el nuevo programa de Jordi González y Sandra Barneda tenga el apoyo necesario para continuar cada semana.
Pasadas las doce de la noche, la pareja de presentadores cambiaban de plató para seguir girando en ‘La noria’. Ninguna mención al cambio de programa. Todo transcurría como si no hubiera pasado nada, con su correspondiente entrevista del corazón y su nuevo debate, esta vez ya con los contertulios habituales. Aquí sí que se volvió a notar la escasez de anunciantes, ya que solo unos pocos se atrevieron a aparecer entre las autopromociones con las que estaban rellenas las pausas del programa.
Puestos a elegir, ‘El gran debate’ aparece como mejor programa que ‘La noria’. Telecinco ha anotado las críticas que ha recibido últimamente y ha querido crear el espacio que todo el mundo reclamaba. Es cierto que muestra algunos puntos débiles, como ese bipartidismo político que siguen representando los contertulios a la hora de hablar de ciertos problemas, pero si consigue mantener la nueva línea impuesta (algo que puede ir decayendo cuando el programa no se observe con lupa) es posible que toda esta crisis por la que ha pasado la cadena haya merecido la pena.
En ¡Vaya tele! | La crisis publicitaria de ‘La noria’: los anunciantes volverán