Ahora es Leo, un ex de Operación Triunfo que saltó a la fama gracias a sus diatribas contra Risto (que no gracias a sus discos), el que parece que va a embarcarse en la aventura de Supervivientes que empezará en enero. Supongo que esperan todos que Leo sea conocido por el público (discurso manido y repetido hasta la saciedad), y que de esta manera venda algún disco y se pueda amortizar el gasto que se ha hecho con él.
En todo esto, Leo parece ser más una víctima o un mero instrumento, como ya lo fueron en el pasado Jesús de Manuel, Javián o Verónica. Pero no sólo de OT viven los reallity de Telecinco. Ex concursantes de Gran Hermano también han pululado por islas, selvas amazónicas, Gran Hermano V.I.P. u "Hoteles Glam".
Y es que Telecinco parece tener programada una serie de recursos para que las figuras que de alguna manera están en su nómina vayan siendo rentables durante un período de tiempo dilatado. Me aburre ver siempre a los mismos peleando en un vano intento por alargar los quince minutos de gloria que le tocan a cada uno. Sobre todo cuando lo que se pretende que valore el espectador es la calidad como personas, sus virtudes y sus valores. Yo pediría a Telecinco que haga televisión y que deje de intentar fabricar famosos, que de esos tenemos demasiados.
Vía | Vertele