Dejando a un lado el tema de Amor, del que desconozco bastantes cosas y no quisiera meter la pata, pero lo cierto es que Mercedes Milá, pese a ser una gran periodista (y lo demuestra a menudo en Diario de...), está metiendo la pata habitualmente presentando el conocido reality. Aún recuerdo aquella polémica absurda con miccionar en la ducha, o lo partidista que fue el año pasado en contra del grupo "malo" de Pepe y compañía del año pasado
Y es que Mercedes Milá está degenerando cada vez más y más con su papel de presentadora de Gran Hermano. Y no son sólo las metidas de pata ni su parcialidad, sino que sus salidas de tono, sus preguntas y sus "idas de olla" hacen que lo que aparece cada jueves diste mucho de lo que debería ser una presentación de un programa como Gran Hermano. A algunos seguro que les gustará este estilo de presentación al que ha evolucionado la Milá, pero he de decir que a mí me horroriza. Si no estuviera ella, creo que vería más Gran Hermano, aunque este año me parezca más aburrido que los anteriores.
Vía | El País