Si sois fans de los programas de cocina, esa súper tendencia que vive instalada en la parrilla televisiva desde hace un tiempo, quizá no deberíais perderos un programa como 'En mi cocina mando yo', que está bastante marcado al ser encasillado en el género del docurreality por el que apuestan los grupos comerciales para sus canales secundarios de TDT.
Así, ante el maremágnum de propuestas, con todos los nuevos canales que surgieron además a lo largo de la primavera, espacios como 'En mi cocina mando yo' pueden pasar desapercibidos. No ayuda tampoco la programación un tanto caótica a la que se ven sometidos los espacios en los que el horario y la continuidad entre capítulos no siempre es la ideal.
Todo lo que necesita un talent
Por lo visto, 'En mi cocina mando yo', un reality de cocineros australiano, ha sido todo un éxito y no nos extraña. Si, en su momento, disfrutasteis de 'Renovators' ya sabéis un poco del funcionamiento de estos formatos. Se trata de grandes producciones, con muchas fases y procesos, a veces un tanto complejos para el que no hace un seguimiento habitual.
Tenemos a parejas de aficionados a la cocina que tienen que demostrar sus dotes culinarias. La competición podría definirse como una mezcla de 'MasterChef' y aquel 'Adivina quien viene a cenar' que popularizó Antena 3 hace unos años. Los concursantes pasan por una fase en la que invitan a los otros a su casa y después, deben hacer pruebas de exteriores y competencias de eliminación de ésas que les ponen al límite.
También hay un gran peso en las personalidades de los candidatos, claro está. Con un poquito de todo. Pero, para los que teméis un exceso de telerrealidad, creo que podéis encontrar un buen equilibrio, pues nunca llega la sangre al río. Y despúes, las pruebas, los platos y unos jueces que son severos sin ser crueles, y simpáticos sin caer en la condescendencia.
En ¡Vaya Tele! | 'El Xef', pasión por la cocina (televisada)
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