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Es jueves y es el día elegido por los editores de ¡Vaya Tele! para hablaros de una inconfesable pasión que sentimos hacia los docurealities, esos programas que pueblan la TDT y que las cadenas compran y emiten sin mucha consideración hacia el producto, como si fueran formatos sin interés, cuando, realmente, pueden resultar francamente entretenidos y altamente adictivos. Hoy os vamos a hablar de 'Cena imposible' de emisión en Energy.
'Cena imposible', ¿de qué va?
El título original de este programa es 'Dinner: Impossible' y comenzó a emitirse en 2007 en Food Network. En su desarrollo ha sufrido un importante contratiempo pues el primer presentador, bueno, más bien, hilo conductor del mismo, fuertes hombros sobre los que recaía el peso del espacio: la figura del chef Robert Irvine, se vio implicada en una bonita polémica que incluía mentiras por un tubo. Se descubrió que Irvine había "hinchado" un tanto su currículum, con minucias como que él había cocinado la tarta de bodas de Carlos de Inglaterra y Lady Di, entre otras muchas cosas. El presentador fue sustituido en el espacio por otro chef, Michael Symon, aunque, en su última etapa parece que las diferencias con la cadena se han visto superadas y el carismático Irvine ha vuelto a la acción.
El programa trata de la preparación de una cena "improvisada" y elaborada en muy poco tiempo. Cada día, Irvine visita una zona de Estados Unidos, acudiendo al reclamo de alguien que le ha llamado para que prepare una gran cena para un acontecimiento de cualquier clase, que ya puede ser un evento con luchadores de la WWE, una reunión de decenas de gemelos, una comida para niños... cualquier cosa. Rápidamente, el equipo de Irvine ha de confeccionar un menú a la altura, que remita al tema de la noche, que esté en la línea de lo que los comensales esperan. ¿Qué mas cosas? Pues que apenas tiene ocho horas para idear, comprar y cocinar todos los platos y que cuenta con la ayuda de improvisados cocineros que puede que nunca hayan hervido ni una patata.
¿Por qué nos atrapa?
'Cena imposible' cuenta con el fabuloso protagonismo que da un programa de cocina. Y es que el hecho de que ver cocinar a los demás por televisión nos gusta, eso está claro. Los espacios culinarios tienen muchas posibilidades de convertirse en éxito y éste es una buena muestra de ello. Realmente, la "técnica" que se muestra en este espacio no es la más depurada y tiene algo que personalmente detesto, que es ver cómo se lanzan ingentes cantidades de comida a la basura, y, aún así, consigue posicionar por encima sus puntos fuertes y ser un buen programa de telerrealidad.
El desarrollo de los colosales menús (suelen ser muchos invitados)es fascinante, multitud de platos, salsas, ingredientes... es como un gran festival de la comida en el que las estrellas se suceden de forma frenética. Además, siempre tratan de aportar algún elemento original para que case perfectamente con sus invitados. Por ejemplo: en la cena con la WWE, los platos tenían los nombres de las llaves de los luchadores y el chef había de idear un contenido que tuviera que ver con ese continente, como unas sabrosas ancas de rana para uno de los golpes que se ejecuta con la fueza de los muslos.
Hay creatividad, hay diversión y hay tensión, pues otro de los elementos importantes (y fundamental para el buen funcionamiento de este espacio) es la contrarreloj que el equipo de cocina debe realizar para llegar a tiempo a la cena. Lograr el objetivo en el último momento es uno de los principios que ayudaron a crear el lenguaje audiovisual desde sus inicios y es todo un acierto pues da emoción y ritmo.
¿Versión española?
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Como casi siempre que veo un docureality no puedo dejar de pensar que una versión española podría tener mucho éxito. Pues bien, en el caso de 'Cena imposible', aún me lo parece más. Incomprensiblemente para mí, en España hemos tardado muchísimos años en dejarnos seducir por los realities de cocina y mientras 'Masterchef' recorría el mundo con más y más ediciones, aquí en España no hemos podido disfrutar de su presencia hasta este mismo 2013. Y fue un éxito, vaya sorpresa. Y ahora ya sabemos que 'Top Chef' tendrá su versión en Atresmedia y estoy segura de que a poco que se lo curren, conseguirán otro éxito. Pues sí, que a los españoles nos gusta cocinar y disfrutar de la cocina.
Y después, cómo dejar de mencionar que nuestra cultura gastrónomica es de las más ricas del planeta, pero, de verdad, sin exageraciones. Y, desde luego, mucho más imaginativa, sabrosa y, por supuesto, saludable, que lo que se suele ver en el espacio del que estamos hablando hoy. Y es que, realmente, cuando veo uno de estos programas en los que usan la mantequilla hasta para bañarse los pies y en los que el truco para conseguir una buena salsa es echarle medio millón de guindillas y tabascos, no puedo dejar de pensar en qué deliciosidad seríamos capaces de preparar en España, con nuestra maravillosa alacena.
Ficha Técnica: 'Cena imposible'
Es jueves y es el día elegido por los editores de ¡Vaya Tele! para hablaros de una inconfesable pasión que sentimos hacia los docurealities, esos programas que pueblan la TDT y que las cadenas compran y emiten sin mucha consideración hacia el producto, como si fueran formatos sin interés, cuando, realmente, pueden resultar francamente entretenidos y altamente adictivos. Hoy os vamos a hablar de 'Cena imposible' de emisión en Energy.
'Cena imposible', ¿de qué va?
El título original de este programa es 'Dinner: Impossible' y comenzó a emitirse en 2007 en Food Network. En su desarrollo ha sufrido un importante contratiempo pues el primer presentador, bueno, más bien, hilo conductor del mismo, fuertes hombros sobre los que recaía el peso del espacio: la figura del chef Robert Irvine, se vio implicada en una bonita polémica que incluía mentiras por un tubo. Se descubrió que Irvine había "hinchado" un tanto su currículum, con minucias como que él había cocinado la tarta de bodas de Carlos de Inglaterra y Lady Di, entre otras muchas cosas. El presentador fue sustituido en el espacio por otro chef, Michael Symon, aunque, en su última etapa parece que las diferencias con la cadena se han visto superadas y el carismático Irvine ha vuelto a la acción.
El programa trata de la preparación de una cena "improvisada" y elaborada en muy poco tiempo. Cada día, Irvine visita una zona de Estados Unidos, acudiendo al reclamo de alguien que le ha llamado para que prepare una gran cena para un acontecimiento de cualquier clase, que ya puede ser un evento con luchadores de la WWE, una reunión de decenas de gemelos, una comida para niños... cualquier cosa. Rápidamente, el equipo de Irvine ha de confeccionar un menú a la altura, que remita al tema de la noche, que esté en la línea de lo que los comensales esperan. ¿Qué mas cosas? Pues que apenas tiene ocho horas para idear, comprar y cocinar todos los platos y que cuenta con la ayuda de improvisados cocineros que puede que nunca hayan hervido ni una patata.
¿Por qué nos atrapa?
'Cena imposible' cuenta con el fabuloso protagonismo que da un programa de cocina. Y es que el hecho de que ver cocinar a los demás por televisión nos gusta, eso está claro. Los espacios culinarios tienen muchas posibilidades de convertirse en éxito y éste es una buena muestra de ello. Realmente, la "técnica" que se muestra en este espacio no es la más depurada y tiene algo que personalmente detesto, que es ver cómo se lanzan ingentes cantidades de comida a la basura, y, aún así, consigue posicionar por encima sus puntos fuertes y ser un buen programa de telerrealidad.
El desarrollo de los colosales menús (suelen ser muchos invitados)es fascinante, multitud de platos, salsas, ingredientes... es como un gran festival de la comida en el que las estrellas se suceden de forma frenética. Además, siempre tratan de aportar algún elemento original para que case perfectamente con sus invitados. Por ejemplo: en la cena con la WWE, los platos tenían los nombres de las llaves de los luchadores y el chef había de idear un contenido que tuviera que ver con ese continente, como unas sabrosas ancas de rana para uno de los golpes que se ejecuta con la fueza de los muslos.
Hay creatividad, hay diversión y hay tensión, pues otro de los elementos importantes (y fundamental para el buen funcionamiento de este espacio) es la contrarreloj que el equipo de cocina debe realizar para llegar a tiempo a la cena. Lograr el objetivo en el último momento es uno de los principios que ayudaron a crear el lenguaje audiovisual desde sus inicios y es todo un acierto pues da emoción y ritmo.
¿Versión española?
Como casi siempre que veo un docureality no puedo dejar de pensar que una versión española podría tener mucho éxito. Pues bien, en el caso de 'Cena imposible', aún me lo parece más. Incomprensiblemente para mí, en España hemos tardado muchísimos años en dejarnos seducir por los realities de cocina y mientras 'Masterchef' recorría el mundo con más y más ediciones, aquí en España no hemos podido disfrutar de su presencia hasta este mismo 2013. Y fue un éxito, vaya sorpresa. Y ahora ya sabemos que 'Top Chef' tendrá su versión en Atresmedia y estoy segura de que a poco que se lo curren, conseguirán otro éxito. Pues sí, que a los españoles nos gusta cocinar y disfrutar de la cocina.
Y después, cómo dejar de mencionar que nuestra cultura gastrónomica es de las más ricas del planeta, pero, de verdad, sin exageraciones. Y, desde luego, mucho más imaginativa, sabrosa y, por supuesto, saludable, que lo que se suele ver en el espacio del que estamos hablando hoy. Y es que, realmente, cuando veo uno de estos programas en los que usan la mantequilla hasta para bañarse los pies y en los que el truco para conseguir una buena salsa es echarle medio millón de guindillas y tabascos, no puedo dejar de pensar en qué deliciosidad seríamos capaces de preparar en España, con nuestra maravillosa alacena.
'Cena imposible', ¿de qué va?
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