Han pasado ya unos cuantos días desde que la quinta temporada de ‘Weeds‘ finalizó, pese a eso, aún no había sido capaz de ponerme a escribir el análisis de esta última temporada ¿por qué? Pues simplemente porque el final de la temporada me dejó tan en shock que no sabía exactamente como afrontar el análisis. Y pese aún a no estar completamente seguro de hacerlo, me tiro de cabeza a la piscina (nunca mejor dicho) y me dispongo a ello.
‘Weeds‘ siempre ha sido una serie extraña desde sus comienzos, la idea de que una madre vendiera marihuana para sacar adelante su familia era lo más extraño y escandaloso que te podías echar a la cara, hasta esta temporada. Y es que esta quinta temporada, como ya comenté en un artículo anterior, ha sido el no va más en el medidor de cosas extrañas en las series.
La temporada comenzó con Nancy descubriendo que el túnel de debajo de su tienda-tapadera era algo más que para transportar droga de México hasta los Estados Unidos, A partir de ahí podemos decir que la historia se dividió en dos frentes (aunque al final se acaban uniendo de nuevo), por un lado la historia de Nancy y sus coqueteos con los altos cargos de la droga y su enamoramiento de Esteban, y por el otro, todas las historias secundarias de Silas, Shane, Andy y Celia, con breves apariciones del resto de personajes aún más secundarios.
Hablando primero de la parte de Nancy, a mí no me ha llegado a convencer del todo. En parte porque veníamos de un ritmo trepidante en la cuarta temporada, con Nancy ensuciando sus manos más y más al meterse en el mundo de la droga, y en parte por su embarazo. Que nadie me tire piedras, pero es que a medida que el embarazo avanza, Nancy se vuelve pasiva y repetitiva, haciéndome bostezar en alguna ocasión y provocándome deseos de adelantar el tiempo para ver que pasaba a continuación. Soy consciente de que esta era una evolución lógica y necesaria del personaje, pero aún así creo que los guionistas deberían haberle echado un poco más de picante al asunto, ya que ni su relación con Esteban ni sus líos políticos me generaron demasiado interés.
En la otra banda (esto ya parece un combate de boxeo) tenemos las historias paralelas y más o menos secundarias. Aquí tenemos para todos los gustos. Empezando por lo más aburrido, tenemos toda la historia de Celia Hodes, un personaje que debería haber abandonado la serie en la segunda o tercera temporada debido a lo aburrida y poco interesante que es. El secuestro por parte de su hija su adicción a las drogas duras, su posterior evolución en una segunda Nancy y sus tejemanejes con el lesbianismo y la venta de maquillaje me aburrieron soberanamente. ¿En serio a alguien le gusta este personaje?
Siguiendo en la escala del aburrimiento, tenemos la historia de Silas y Doug. Por un lado fue divertido ver como el hijo quería seguir en su nueva localización con sus trapicheos, y como luego intentaron vender marihuana legalmente… pero ahí se quedó la cosa. Les cerraron la tienda y la cosa se enfrió bastante. Y aunque al final Silas genera un poco de interés pensando que va a ocurrir algo con la hija de Esteban, el globo se desinfla rápidamente y nos quedamos con la ganas de ver más. ¿Un arco argumental para la siguiente temporada? Bastante posible.
Y dejo el final para lo mejor, Shane. Para mí la historia del hijo pequeño de los Botwin ha sido lo mejor de la temporada. Su evolución de niño medio pardillo a delincuente profesional ha sido interesante, divertida y extrema, y es que me diréis ¿qué niño de 15 años hace un trío con dos chicas y luego se dedica a vender marihuana a su profesor? Por no hablar de su relación con “Susio”, el secuaz de Esteban que huele mal; una relación que empieza floja pero que se afianza con el tiempo y con balazos de por medio y hace que Shane evolucione de tal manera que hace lo que hace al final de la temporada.
Porque sí, el final de temporada ha sido increíble, me recordó al final de las primeras temporadas, con ese shock de no saber por qué no lo viste venir y ese interés de intentar preguntarte hacia donde va a tirar ahora con la historia.
En definitiva, esta quita temporada de ‘Weeds’ no ha estado del todo mal. Historias aburridas, algunas pasables y una muy interesante con un final arrollador. ¿Veré la próxima temporada? Por supuesto, a mí nadie me quita mi ración veraniega de Botwin y compañía, aunque espero que se pongan un poco más las pilas los guionistas, ya que esta temporada que ha acabado ha cojeado de un par de patas.
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