Iba a decir que Vicky Martín Berrocal es una pésima actriz pero es que no, es que simplemente no es una actirz. Es una "niña" (cada vez menos, como todos) famosa y rica que quiere hacer de actriz. Y supongo que a alguien habrá convencido para que le deje hacer un papelito. Pero su presencia es nefasta: escena en la que está, escena en la que desentona. Son sus gestos sobreactuados, su limitada dicción, esa voz de arriero... son este tipo de cosas las que permite ver la diferencia entre un actor de verdad (que luego cada uno tenemos nuestros gustos) y un mal aficionado. Vicky Martín Berrocal siempre fué una "niña bien". Hija del millonario ganadero José Luis Martín Berrocal, su infancia y juventud fueron las de una niña rica. Luego entró en la rueda de la fama con su noviazgo y matrimonio con El Cordobés. Y una vez finiquitado el matrimonio, se lanzó a aprovechar de lleno su fama: de las exclusivas pasó a las tertulias de los programas del famoseo (Channel nº4 por aquí, cualquier otra tertulia por allá). También se metió a diseñadora, y a jurado de concursos de modelos. O a cuentachistes en el club de Flo. Todo vale cuando se es un famosillo de los que pillan cacho en la televisión, de esos que te acabas encontrando hasta en la sopa. Y supongo que lo de ser "actriz" era lo que le faltaba en la colección.
Pues no, hija, no. Hay que saber reconocer los límites propios. Y de tener cierta desenvoltura y desparpajo delante de las cámaras a "ser actriz" hay un trecho muy grande, enorme, y en este caso insalvable. Lo que no sé es qué habrá puesto de su parte para que tanta gente haga como que no ve lo evidente y la dejen aparecer en pantalla "actuando".