Ya sea porque marcaron un giro dramático en una historia (como aquel desconcertante "Tenemos que volver, Kate" del final de la tercera temporada de 'LOST') o porque se repiten hasta la saciedad, convirtiéndose en parte de la esencia de un personaje (el famoso 'D'oh!' de Homer Simpson), hay frases de series que todos recordamos. Son marca de la casa, parte de su cosmogonía particular.
Hemos querido recopilar unas cuántas, las que, seguro, están presentes en nuestro ideario televisivo colectivo. Incluso si no habéis visto la serie: algunas han trascendido y forman parte de nuestra cultura popular. Porque, ¿quién no sabe a estas alturas que "Chanquete ha muerto"?
"Tengan cuidado ahí fuera" ('Canción triste de Hill Street'): La reunión matinal en la comisaría de Hill Street no terminaba hasta que el Sargento Esterhaus ponía su cara más bonachona para decir aquello de "tengan cuidado ahí fuera"
"¿He sido yo?" ('Cosas de casa'): gracioso las tres primeras veces, odioso hasta crisparte los nervios después. Así justificaba Steve Urkel todas sus patochadas y metidas de pata. Sí, has sido tú, Steve. Humor predecible no, lo siguiente.
"Todo el mundo miente" ('House'): esta falta de fé en la raza humana en realidad resultó ser muy útil para el Dr. House. Si no hubiera sospechado de lo que decían sus pacientes y no hubiera buscado más allá, el diagnóstico se habría quedado siempre en Lupus.
"Me encanta que los planes salgan bien" ('El Equipo A'): esta frase pronunciada por Hannibal no era lo único que se repetía hasta la saciedad: los planes les salían siempre bien porque siempre les encerraban en un cobertizo lleno de herramientas.
"¡Desafío aceptado!" ('Cómo conocí a vuestra madre'): No hay una excentricidad o acto irracional de Barney Stinson que no vaya precedida de esta frase. Normalmente (por no decir siempre), el reto va de ligar, como el desafío de la semana perfecta.
"¡Para adentro, Romerales!" ('Farmacia de Guardia'): María Garralón hizo famosa esta gracia y la introdujo en nuestro folklore lingüístico; siempre se la recordamos a alguien que confunde tirar con empujar para hacer más ridículamente incómoda la situación.
"¡Multiplícate por cero!" ('Los Simpson'): Y divídete por dos. O sea, esfúmate. Pero Bart sólo se expresa así en España; en el original es más soez: 'Eat my shorts!' (en Latinoamérica, más fieles a la traducción, "¡cómete mis calzoncillos!")
"¡Zas, en toda la boca!" ('Padre de familia'): Peter, tan oportuno como siempre, hace que el hermano de Lois reviva un trauma infantil y se convierta en asesino en serie de obesos en "El estrangulador de gordos" con esta molesta cantinela. Aunque saldrá a colación más veces.
"Bazinga!" ('The Big Bang Theory'): es chocante (por ser amable) que una simple expresión adquiera un significado tan aleatorio: en el doblaje se traduce como el "¡Zas, en toda la boca!" de Peter sin tener nada que ver con el contexto en el que Sheldon Cooper lo dice.
"Se acerca el invierno" ('Juego de Tronos'): aunque hay muchas consignas que se repiten y que todo fan de 'GOT' conoce- "un Lannister siempre paga sus deudas", "lo que está muerto no puede morir" o "la noche es oscura y alberga horrores"- 'Winter is coming' es, posiblemente, la más célebre.
"Vivir juntos, morir solos" ('Perdidos'): se convirtió en el lema de la isla y una forma de asegurarse la supervivencia. En 'Perdidos' cada cual tenía que apechugar con su destino, aunque fuera morir ahogado en un submarino.
"Chanquete ha muerto" ('Verano Azul): no hay niño de finales de los 70 o principios de los 80 que no viviera este trauma de estío. Una serie que, por otra parte, era un reflejo de lo sencilla que era la infancia en aquella época: aquella pandilla no necesitaba ni tele, ni plays ni Eurodisney.
"El cunnilingus y la psiquiatría nos han llevado a esto" ('Los Soprano'): Tony Soprano se despacha a gusto, frustrado porque las mujeres (entre ellas su psiquiatra) fueran capaces de desequilibrar su mundo de mafiosos. La hombría o la vida.
"Kitt, te necesito" ('El Coche Fantástico'): con un ligero movimiento de muñeca -siempre discreto- y un Casio Databank Michael Knight podía controlar a su sarcástico coche parlante a remoto y enviarle a su rescate cuando las cosas se ponían feas.
"¡Oh, Dios mío, han matado a Kenny... Hijos de...! ('South Park'): el destino de Kenny es tan aciago como el de Chanquete. Aunque con excepciones (se salva en algunos capítulos) Kenny sufre todo tipo de catástrofes: atropellado, electrocutado, congelado o derribado por un tanque de George Bush.
"La verdad está ahí fuera" ('Expediente X'): cerraba la secuencia de créditos de apertura de la serie y resumía su espíritu: Mulder se pasó nueve temporadas intentando defender su verdad mientras le llamaban el siniestro y le relegaban a llevar los casos que nadie quería, los famosos 'X files'.
"¡Oh-Dios-Mío!" ('Friends'): (léase con voz nasal). Estas palabras anticipaban la reaparición de Janice en el lugar y momento más impensables, como pariendo a la vez que Rachel o desvelándose como la inesperada cita a ciegas de Chandler (¿qué posibilidades había?).
"Y no olviden supervitaminarse y mineralizarse" ('Super Ratón'): con este sano consejo que podría valer para un anuncio de bebida isotónica se despedía en cada episodio Super Ratón, el entrañable dibujo animado de Hanna Barbera. También era mítica la cortinilla de continuidad y su "no se vayan todavía, aún hay más".
"¿Quién mató a Laura Palmer?" ('Twin Peaks'): sobre este misterio se sustentaba esa historia oscura y bella a la vez con la que Lynch dejó muy tocados a los que la siguieron. Ahora están de suerte porque ya sabemos que volverá en 2016 a Showtime.
"Dí mi nombre" ('Breaking Bad'): si recordamos esta sentencia es porque aquel fue el momento en el que Heisenberg se apoderaba por completo del alma de Walter White convirtiéndole en uno de los mejores antihéroes que ha dado la ficción en los últimos años.
"!Esto es to, esto es to, esto es todo amigos!"
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