El remake de ‘V‘ ha estado agonizando desde que se estrenó hace un año y medio en la ABC. La cadena no la trató muy bien desde un principio; retrasó su estreno hasta noviembre de 2009 para luego hacer un parón enorme después de cuatro episodios con el objetivo “reorganizar guiones”. La cosa no pintaba nada bien después de esta falta de confianza por parte de la cadena, algo que se confirmó cuando se terminó de emitir la mediocre primera temporada, consiguiendo una renovación “in extremis”.
La segunda temporada se estrenó hace apenas un par de meses, a comienzos de año, después de varios retrasos y con un recorte de episodios que la dejó sólo con 10 piezas para emitir. ‘V‘ no consiguió aprovechar esta segunda oportunidad, repetía una y otra vez los mismos errores que la condenaron a su baja audiencia desde el principio, y para cuando consiguieron recuperarse en la segunda mitad, el daño estaba hecho. Porque sólo han sido diez episodios, pero han dado para mucho.
Erica y Diana se convierten en la esperanza
Los primeros capítulos estuvieron dedicados a poner las piezas sobre la mesa. El cliffhanger de la primera temporada, que prometía desde muy pronto el sometimiento de la raza humana, lo resolvieron de una forma muy ruín: con un sueño y como si aquí nada hubiera pasado. La lluvia roja resultó no ser más que una artimaña de Anna para preparar a los humanos para la reproducción, y la esperadísima muerte de Tyler se diluyó a los pocos segundos. Nuestro gozo en un pozo.
Tres personajes femeninos han sido las líderes de esta temporada. Anna, por supuesto, que ha repetido su odio creciente conforme pasaban los capítulos; Erica, llevando una doble vida aún más acentuada cuando fue nombrada líder mundial de La Quinta Columna; y finalmente, una esperadísima Diana aquí convertida en madre de Anna que, por desgracia, no ha dado todo lo que se esperaba de ella. Su historia no ha sido especialmente creíble. Realmente nunca supe qué es ese tugurio en el que estaba encerrada o cuál era su verdadero propósito cuando hablaba con su hija y su nieta.
Los productores y guionistas se han dedicado, más bien, a pasearla con un estupendísimo vestido rojo (primero con escote pronunciado y luego tapando todo el canalillo) y a crear un aura de misterio en cuanto a su personalidad y su historia. Curiosamente, y aunque no ha sido de lo más trascendental, sus apariciones siempre me han fascinado, y esa expresión impertérrita permanente incluso en su muerte (que no sé si se debe a que es una gran actriz o a que el bottox le impedía cambiar la cara) ha supuesto un plus de interés. La nostalgia es lo que tiene.
Los mejores capítulos, y luego está el alma humana
El salto cualitativo probablemente se produjo en el quinto capítulo, con el intento de homicio a la líder de los visitantes, y se confirmó definitivamente un episodio más tarde, con el fingido secuestro de Erica, la explosión y la muerte de su ex-marido y padre de Tyler. Fue un capítulo lleno de tensión, emocionante, descorazonador y brillantemente interpretado. Ahí quedó claro que ‘V’ tiene potencial, que no todo en ella son los intentos fallidos de boicot por parte de La Quinta Columna y que la serie tiene mucho que ofrecer.
Fue ahí, cuando Erica asumió el liderazgo de La Quinta Columna, cuando la serie empezó a despegar, para terminar poco después en un final de temporada/serie para recordar. Lo malo de todo esto es que, a la vez que ‘V’ nos ofrecía lo mejor de sí misma, entraba en una especie de discusión o reflexión filosófica sobre la existencia o no del alma humana, y si es algo que se podría retirar para moldear a los humanos. A mí todo este tema me pareció absolutamente absurdo, no creo que hicieran falta este tipo de consideraciones; pero bueno, ahí estaba, por si alguien lo disfrutaba.
Todo esto se entremezclaba con la guerra entre ambos bandos, y nunca supimos realmente a quién podíamos considerar aliado. Ryan Nichols bailaba entre el ataque y la resistencia motivado por la enfermedad de su hija, a la que sólo el “bliss” (llámese “felicidad”, “éxtasis”, “bendición” o como les plazca) de Anna podía curar. También Kyle Hobbes vaciló en la traición a La Quinta Columna, motivado una vez más por su hija, de la que curiosamente no hemos vuelto a saber nada; se vé que es más atractivo que se líe con Erica y sacar morbillo de ahí.
Joshua, Chad, Marcus y hasta la propia Lisa al final mantuvieron una doble moral que nos hizo sufrir hasta el último minuto.
Un final esperado y… ¿definitivo?
Now that’s how you kill your mother…
Anna estuvo deliciosamente malvada en el último capítulo de esta segunda temporada, y en general todo lo que ocurrió fue una delicia a la altura de una serie como ésta. Lo único que me cabrea de todo este asunto es que podrían haber racionado todas las cosas que pasaron en el capítulo final, así quizá podrían haber despertado más interés en los capítulos anteriores y no habrían agonizado tanto cualitativamente. Aunque supongo que todo habrá sido motivado por el recorte de episodios, teniendo que condensar en un episodio lo que tenían preparado para cuatro.
En cualquier caso, parece que este sometimiento es el definitivo. La primera temporada nos dejó un posible sometimiento de la raza humana, que fue toreada de forma un poco descarada para no tener que dar el paso definitivo tan pronto; pero éste sí es bastante claro, Anna y su hija adoptiva han convertido en zombis a toda la humanidad gracias a su “bliss” y, si la serie vuelve, van a tener que empezar desde ahí, con Erica colaborando ahora con esa pseudo-organización gubernalmental creada para luchar contra los visitantes. Como vuelvan a deshacer otra vez este embrollo, me bajaré definitivamente.
Lo que no está nada claro es si la serie volverá el año que viene. Sus datos han estado siempre al borde de lo que la ABC puede considerar aceptable, y la lógica podría dictarnos que con un 1,8 en la franja demográfica y en torno a cinco millones de espectadores totales, la serie tiene muy pocas oportunidades de volver el año que viene. Evidentemente, aquí no sólo juega el factor audiencia; hay que tener en cuenta que, aunque sus datos no son para tirar cohetes, ‘V’ es la que mejor le funciona a la cadena en la noche de los martes, con ‘No Ordinary Family‘ y ‘Detroit 1-8-7‘ más que muertas. Podemos decir que la supervivencia de ‘V’ depende más del resto de cancelaciones y de los proyectos que la cadena valide para el próximo año que de sí misma. Y eso no lo sabremos hasta los upfronts de mayo.
En ¡Vaya Tele! | ‘V’ no enmienda los errores del pasado
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