Ya había ganas de volver a tener a dos actorazos en pantalla como Will Arnett y Christina Applegate. El primero, por ser uno de los pilares de ‘Arrested Development’, sin mucha suerte en sus proyectos televisivos posteriores (a destacar el fiasco que supuso ‘Running Wilde’) y dedicado únicamente a aparecer como estrella invitada en las comedias de éxito, incluyendo ’30 Rock’ y la de su mujer Amy Poehler, ‘Parks and Recreation’. Y la segunda, por suponer el regreso a la televisión de la actriz tras el final de ‘Samantha Who?’ en 2009. Ahora bien, ¿está ‘Up All Night’ a la altura de lo que ambos pueden ofrecer?
A ‘Up All Night‘ se le colocó demasiado pronto el sambenito de “comedia familiar”, y recuperarse de eso es demasiado difícil. Valorar una serie sólo con su episodio piloto es una injusticia, al menos para los que somos seguidores de la televisión más allá del sofá y la manta, pero muchos lo hicieron. ¿Por qué? Pues porque ofrecía un humor demasiado blanco, una forma de hacer reír que priorizaba la sonrisa por encima de la carcajada, donde las caras de Amy y los gestos de Ava dicen más que cualquier broma que pueda salir de sus bocas.
La premisa de ‘Up All Night’ es muy simple e incluso recurrente, la de dos padres que ven cómo cambian sus vidas ante la llegada de su primer bebé. Los primeros episodios están dedicados en su mayor parte a eso, a ver cómo se adaptan a sus nuevas vidas y los problemas que ello acarrea, pero pronto lo abandonan para dar más cancha a los personajes principales y a sus verdaderos problemas. El cuasi TOC de Reagan (Applegate), el déficit de atención e hiperactividad de Chris (Arnett) o los aires de diva de Ava (Maya Rudolph) esconden la verdadera gracia de la serie.
Se han dado cuenta pronto y han sabido aprovecharlo, quizá algo tarde porque la audiencia ya les dio la espalda, pero los que seguimos ahí hemos sido recompensados con una comedia realmente divertida. La química entre el dúo protagonista es indiscutible, a cuál más adorable e infantil; y como en cualquier historia, siempre está el secundario excéntrico que lo pone todo patas arriba. En ‘Up All Night’ ese secundario es Ava, una gran Maya Rudolph que hace un trabajo excelente parodiando los morning-shows para amas de casa, y que va de cabeza a la nominación al Emmy como mejor actriz de reparto.
Y a pesar de ser una comedia para toda la familia, no faltan en todos los capítulos las bromas sexuales y las referencias de tono subidito; eso sí, muy muy camuflados, no sea que los niños empiecen a hacer preguntas incómodas. El futuro de la serie no es nada halagüeño, hasta ‘Community’ hacía mejores datos que ésta en la actualidad. Además, sus datos sólo se libran del desastre total por ir justo detrás de ‘The Office’, la comedia de mayor éxito del canal que, por otro lado, tampoco atraviesa su mejor momento. Es esperable que su futuro no pase la criba de los Upfronts de mayo; pero claro, es la NBC, aquí puede pasar cualquier cosa.
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