Con el permiso de Gominolas, Cuestión de Sexo era una de las principales apuestas de Cuatro en cuanto a ficción nacional se refiere. Ayer la serie terminó lo que sería su primera temporada y tengo que decir que me ha dejado un buen sabor de boca.
La serie se presentaba como una comedia donde se contaban las situaciones de varias parejas amigas pero muy diferentes entre sí. Y aunque la serie derivó, sobre todo al final, un poco en culebrón, nunca perdió esa frescura y ese humor que la caracterizaban. Con la relación de Willy Toledo como principal conductora de la trama, han conseguido contar una serie de historias bastante interesantes como el robo de identidad de Verónica o la vida en el instituto de la hija de la pareja protagonista. Si a eso le añadimos una producción, realización y fotografía por encima de la media de las series nacionales (dejando de lado casos puntuales), nos encontramos con las claves del éxito relativo de la serie, que ha tenido buenos datos de audiencia para una cadena como Cuatro.
Poco a poco nos estamos encontrando con buenos productos en las series nacionales, y un servidor se alegra de esto ya que, aunque aquino tenemos el presupuesto ni los medios de otros sitios, sí que hay grandes profesionales con ganas de hacer las cosas bien. Y los de Cuestión de Sexo lo han hecho muy bien, porque Cuatro ya anunció hace unas semanas que la serie había renovado por una segunda temporada.
En ¡Vaya Tele! | Cuestión de Sexo