Más de un año después del final de su primera temporada, Daños y perjuicios vuelve a la parrilla del canal FX con el reto de cumplir las altas expectativas puestas en ella, y mantener esa narración fragmentada sobre la que se cimentan las sorpresas y los giros inesperados marca de la casa.
La acción se retoma apenas un mes después del final de la primera temporada, con Ellen trabajando con el FBI en la investigación del bufete de Patty Hewes y, al mismo tiempo, lidiando con sus ansias de venganza contra Arthur Frobisher por el asesinato de su prometido. De hecho, los nuevos episodios se abren con un primer plano de Ellen hablando con alguien fuera de campo, y que es el punto en el futuro hacia el que confluirán todas las tramas.
La serie sigue manejando dos líneas temporales, diferenciadas por una iluminación distinta, rojiza o más fría, según el caso, pero ha ampliado el número de tramas que debemos seguir, y que parecen estar todas interconectadas entre sí. Mientras Ellen busca la manera de vengarse de Patty, ésta aún está muy afectada por el final del caso contra Frobisher y, muy especialmente, por el suicidio de Ray Fiske. Mientras intenta lidiar con ello se le presenta un enrevesado caso, en el que está involucrada la industria energética estadounidense, y cuyo principal afectado es una persona de su pasado, Daniel Purcell. Además, Frobisher debe rehacer su vida.
Teniendo en cuenta que la sorpresa (y las trampas) son una de las principales características de ‘Daños y perjuicios’, es mejor no adelantar nada más. Los personajes siguen teniendo todos más dobleces que las grullas de origami de Michael Scofield, pero en Patty y Ellen se ha añadido otra capa más. La segunda ya no es la víctima de la primera temporada, y la primera está en una posición más vulnerable, aunque haga un buen trabajo ocultándolo. Las dos van a pasarse, probablemente, buena parte de la temporada jugando al gato y al ratón. ¿Con quién habla Ellen al principio de la temporada? No creo que sea Patty.
Lo que sí ha conseguido la serie es un reparto espectacular. A los ya conocidos Glenn Close, Ted Danson, Rose Byrne y Tate Donovan, se han añadido William Hurt (que coincidió con Close en Reencuentro, hace más de dos décadas), Timothy Olyphant (Deadwood) y Marcia Gay Harden. Por supuesto, ninguno de ellos es lo que parece a simple vista. ¿O sí?
En ¡Vaya Tele! | Damages: El show de Patty Hewes