La serie está grabada en cine, pero los decorados saltan a la vista y una teme viendo los gags que las paredes del ascensor puedan caer de un momento a otro. Han introducido como novedad una animación en 3D que indica en qué ascensor va a desarrollarse la acción, pero la animación es plana y deja bastante que desear. El obstáculo mayor para el desarrollo de la acción, desde mi punto de vista, es que el ascensor, por definición, tiene fondo, está en movimiento y caben dentro un número limitado de personas, así que deja muy poco margen para que en los guiones puedan marcarse entradas sorprendentes, y los protagonistas y los giros de cada gag están limitados.
Supongo que para superar estas limitaciones y porque la serie se emite en un canal temático de humor con un perfil de audiencia adulta, han optado por un humor sin concesiones y por unos guiones en los que destacan los tacos y las referencias sexuales más explícitas de lo habitual. Esto debería de estar reforzado por las interpretaciones pero me pareció notar una patente falta de naturalidad en los actores y un toque de exageración que, seguramente, quiera llevar a la serie a las puertas de la comedia de situación, pero que sólo consiguió, en mi caso, que tuviese la constante sensación de estar viendo teatro.
La suerte de la serie es que las multidifusiones habituales de Paramount Comedy permitirán que le demos alguna otra oportunidad a Ascensores pero mucho tienen que mejorar si quieren que este producto se convierta en referencia.
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