'Treme' no es una serie sencilla de ver, en el sentido de que no sigue el modo habitual de construcción de los episodios y de las temporadas que suele estilarse en las grandes cadenas estadounidenses. En ella casi no hay trama, y sus capítulos se construyen con fragmentos de la vida de sus diferentes personajes. A veces, esos fragmentos parecen no tener demasiada importancia, pero nos están mostrando cómo son esos personajes y cómo es la relación entre ellos, y preparan el terreno para que, cuando haya cierta resolución en alguna de las historias, su impacto emocional sea mayor. En ese sentido, 'Treme' es al mismo tiempo pequeña y ambiciosa, y en la segunda temporada ha profundizado los dos aspectos; los personajes se han hecho más complejos y han crecido y el retrato de Nueva Orleans se ha abierto más, siguiendo un poco el esquema que 'The Wire' seguía de temporada a temporada.
Cuando empezaron estos 11 capítulos, decíamos que se notaba un poco más de optimismo en algunos de los protagonistas, y aunque muchos han sufrido duros reveses, no se han quedado hundidos en el pozo. El último episodio ejemplifica los dos temas que lleva tratando la serie desde el principio; el espíritu de resistencia y de seguir adelante de esta gente y su amor absoluto por Nueva Orleans, a pesar de todo y hasta de sí mismos. Los que se quedan, lo hacen siendo conscientes de todos los problemas y los sinsabores que eso acarrea, y los que se marchan no pueden evitar sentir siempre la comezón por regresar.
Crimen y corrupción
Uno de los nuevos aspectos en los que se ha fijado 'Treme' en esta segunda entrega es en la elevada criminalidad que sufrió la ciudad entre 2006 y 2007, que se unió a la ineficacia de un departamento de policía entre superado por las circunstancias y repleto de ineptos que hizo que la sensación de inseguridad entre la población motivara manifestaciones y que algunos terminaran hasta abandonando Nueva Orleans. Todo esto se ha cristalizado en la violación que LaDonna sufre en su bar, que nos ha mostrado el lado más frágil de un personaje que siempre aparecía como la más fuerte del elenco. Al mismo tiempo, el asesinato sin sentido de Harley, y cómo afecta a una Annie bastante más fuerte de lo que parecía, es otro comentario sobre la impotencia que muchos ciudadanos sentían ante aquella ola de violencia.
Junto a la faceta policial, que ha servido también para delinear la interesante y complicada relación de Toni Bernette y el teniente Terry Colson, la otra novedad ha sido adentrarnos, de la mano del contratista Nelson Hidalgo, en los tejemanejes que se dieron entre bastidores de los planes de reconstrucción de los barrios arrasados por el Katrina. De modo similar a como hizo 'The Wire' a partir de la tercera temporada, hemos visto las corruptelas varias en las que se apoyan políticos y empresarios para llevar a cabo ciertos proyectos, pero aquí es más difícil distinguir si a los implicados les mueve un genuino sentimiento de hacer algo bueno por la ciudad, o si sólo buscan ganar dinero. Hidalgo ha sido un poco un enigma toda la temporada, aunque no era difícil ver que las cosas le iban demasiado bien para que no acabara recibiendo un mazazo.
Un poco de optimismo
Como han apuntado bastantes críticos, lo curioso es que él es de los pocos personajes que acaba la temporada hundido. Casi todos van superando los obstáculos que les han surgido y continúan adelante, hasta LaDonna, que encuentra por fin su fuerza interior. Aunque a veces no lo parezca, 'Treme' siempre ofrece toques de optimismo hasta en las peores situaciones; Annie, por ejemplo, sufre el trauma de ver a su amigo Harley asesinado delante de ella, pero consigue seguir adelante con su esfuerzo por escribir canciones, o Antoine ve que su sueño de tener una banda propia se va al garete, pero a cambio encuentra el trabajo de profesor de música en el instituto mucho más gratificante de lo que pensaba (y hasta se permite montar una nueva banda con los chavales para vayan fogueándose en la calle).
Y para los personajes que les ha ido bien durante toda la temporada, como Janette, que prueba su valía como chef en Nueva York, el final no hace más que permitirle continuar en ese arco ascendente, pero en la ciudad que más echa de menos a pesar de su éxito en la costa Este. Sus ojos vidriosos al observar las calles de Nueva Orleans desde el recuperado tranvía reúnen todos los sentimientos de los personajes de que, por muy lejos que se vayan, siempre van a sentir el tirón de la ciudad y siempre van a terminar regresando. Delmond puede intentar apartarse de las raíces de su padre y de los Indios del Mardi Gras todo lo que quiera, pero al final acaba abrazándolas (y dejándonos de paso una de las mejores historias de la temporada).
Lo cierto es que podríamos estar horas y horas comentando los pequeños detalles que forman el estupendo conjunto que es la serie, como la redención de Sonny, o el difícil periodo que han pasado Toni y su hija Sofía para asumir el suicidio de Creighton, que las ha llevado a separarse para luego, cuando por fin se ven lo suficientemente enteras para hablar sobre su enfado hacia él, volver a recuperar su relación. Todo se ha llevado sin estridencias y dando tiempo para que vaya siguiendo su evolución natural, incluso con la trama de LaDonna, y ha conseguido una sensación de inmersión en esa comunidad todavía mayor que en la primera temporada.
Podemos decir que dos escenas han resumido estos nuevos episodios de 'Treme'. Una es un diálogo entre Antoine y Sonny, en el que ambos dicen que los turistas de fiesta el día de San Patricio y los policías yendo a la escena de un crimen son uno tan Nueva Orleans como el otro. Y la otra es la escena final de Davis, otro que ha visto sus sueños de tener una banda rotos (pero que ha tenido una dulce y divertida relación con Annie), que se emociona al escuchar la interpretación de Louis Armstrong de la canción "Wrap your troubles in dreams" y su mensaje de optimismo ante las adversidades y, tras quedarse un momento callado ante el micrófono, termina diciendo: "Perdonad el silencio. Ésta me ha llegado".
En ¡Vaya Tele! | 'Treme' logra renovar por una tercera temporada