La pasada semana terminó ‘Torchwood: Miracle Day‘, la cuarta temporada de la serie británica que ha sido posible gracias a Starz, el canal de cable premium que busca ampliar su oferta de series y que lleva un año intentando lanzar series y miniseries ambiciosas con desigual fortuna. La verdad es que para todos los fans de la ciencia ficción esta serie es una cita ineludible, más aún con lo alto que había dejado el listón la tercera temporada ‘Children of Earth‘.
Estaba claro que tendrían un reto difícil pero ¿lograrían ser tan intensos como en esa miniserie?. En esta ocasión el principal atractivo era que al ser una coproducción entre BBC y Starz habría más presupuesto y, además, un cambio de escenario. Dejamos Cardiff (algo lógico tras el final de ‘Children of Earth‘) y viajamos a Estados Unidos, el Nuevo Mundo (que de hecho era el título de la nueva temporada en su fase de preproducción) el que será el escenario principal donde pasen los hechos del Día del Milagro.
Bienvenidos al Nuevo Mundo
La serie comienza en dos escenarios, uno una prisión donde Oswald Danes (Bill Pullman) está siendo preparado para recibir la inyección letal, y otro es la central de la CIA donde reciben (al igual que la mayoría de las agencias gubernamentales) una pista formada únicamente por la palabra Torchwood, esto atrae mucho a la joven analista Esther Drummond (Alexa Havins) que se pone a investigar sobre el tema y comparte sus pesquisas con el agente Rex Matheson (Mekhi Phifer) quien sufre un terrible accidente justo cuando el milagro ocurre.
Así pues la muerte ha dejado de existir y nadie puede morir, pueden enfermar, agonizar, pero no morir. Las reglas de la vida y la muerte han cambiado y un Rex Matheson herido de muerte decide encontrar a Torchwood y ver su posible relación con este milagro. Logra localizar a Jack Harkness (que descubre que es ahora mortal) y rescatan a Gwen, Rhys y su hija que vivían ocultos en un recóndito rincon de Gales y decide extraditar Torchwood a EEUU.
Poco después descubren que hay una conspiración muy grande que ha hecho posible el milagro y todas las pistas parecen llevar a Phicorp, una farmacéutica que parece haberse preparado casualmente para atender las nuevas necesidades, no solo eso sino que se alza como la “salvación” ante el milagro con Danes de vocero. Así pues la primera misión de este nuevo Torchwood, con las incorporaciones de Matheson y Drummond (y la doctora Vera Juarez) será investigar todo lo relacionado con Phicorp, las nuevas leyes que se están impulsando para sobrellevar el milagro (y evitar la superpoblación) y por qué Jack parece el objetivo de la conspiración.
‘Torchwood’ y la construcción de una distopía
Dentro de la ciencia ficción hay multitud de géneros, desde el space opera (‘Star Trek’) hasta el cyberpunk (‘Ghost in the Shell’) cada uno tiene su encanto especial, pero no todos son bien vistos por el gran público. De hecho algunas de las obras más interesantes de la ciencia ficción, que más llaman la atención y mejor se adaptan al mainstream son los relatos distópicos, aquellos que nos enseñan una sociedad generalmente totalitaria que hay que evitar. Obras como ‘1984’ y ‘GATTACA’ son claros ejemplos de futuros posibles (aterradoramente posibles).
Bien, en ‘Torchwood: Miracle Day‘ nos encontramos no con una distopía, sino con su construcción. En esta cuarta temporada nos muestran como una premisa (la ausencia de la muerte) crea situaciones (la población se dispara, los enfermos terminales no mueren…) que las instituciones gubernamentales deben asumir. En ‘Children of the Earth’ se mostró un debate similar con su premisa pero se quedó en eso, sin embargo Russell T. Davies va más allá en esta cuarta temporada, no solo debatiendo sobre las consecuencias de la ausencia de muerte sino especulando con la situación, la base de la ciencia ficción real.
En ese sentido ‘Torchwood: Miracle Day’ es la muestra de cómo se construye una distopía, lo que en otras obras nos cuentan de pasada para centrarse en la acción aquí intentan desarrollar a lo largo de los diez episodios del serial, y bajo mi punto de vista con muy buen criterio al ligar, lo justo y necesario, las situacones del mundo y la trama del equipo de Torchwood. Sí, evidentemente las dos cosas están muy relacionadas pero me refiero a que salvo en cosas contadas como el tema de las nuevas categorías de la vida y su “aplicación” el resto son meros vehículos para la historia.
La temporada de Gwen
Por otro lado creo no equivocarme al afirmar que esta temporada ha sido la de Gwen Cooper. Ya de por sí ‘Torchwood’ comenzó con su incorporación al equipo de Jack Harkness por parte de esta policía y las tramas de Gwen siempre han sido bastante importantes en la serie, por no decir fundamentales para la evolución de la serie en sus dos primeras temporadas. Tanto es así que cuesta imaginar una ‘Torchwood’ sin esta galesa descarada. Y en ‘Miracle Day’ Russell T. Davies decide volver a jugar con el personaje y su vida tras el “descanso” de ‘Children of the Earth’.
Así pues Jack no es el único afectado directamente por los efectos del día del milagro sino que las nuevas legislaciones para sobrellevar esta situación, con las famosas categorías de vida afectan directamente a la familia de Gwen al declararse su padre (tras sufrir un infarto en el primer episodio) como Categoría 1, la nueva muerte (la cremación en vida). Gran parte de esta temporada de ‘Torchwood’ se ha centrado en intentar evitar este destino letal alejando a Gwen del resto del equipo en ciertos episodios.
Sin embargo a mí me ha parecido que, mientras que es una trama fundamental de ‘Torchwood: Miracle Day’, en alguna que otra ocasión se me ha hecho bastante pesada e incluso repetitiva (que si el padre por aquí, que si el padre por allá...). Sin embargo es una trama muy intensa que define por completo a Gwen y su debate entre la familia y “su trabajo”. Por lo que como trama es vital para el desarrollo como personaje de Gwen.
Oswald Danes resulta cansino
Puede que haya sido la temporada de Gwen Cooper, pero también hemos tenido a un personaje bastante destacado en ‘Torchwood: Miracle Day’, pero esta vez de forma negativa. En esta sociedad mediática siempre se busca a alguien que dé cara a los sucesos y esta circunstancia no ha pasado desapercibida para los guionistas de la serie que han querido simular lo mismo con un nuevo personaje: Oswald Danes un pederasta encarnado por un magnífico Bill Pullman cuya ejecución coincidió con el día del milagro.
Al ser un personaje tristemente famoso que debía haber muerto rápidamente capta la atención de una relaciones públicas muy capaz Jilly Kitzinger (Lauren Ambrose). Es un personaje odiado pero a la vez bastante popular y carismático por lo que parece ser la voz ideal para todo lo que tenga que ver con el milagro. Oswald Danes es ese monstruo que “merecía” morir y él lo sabe y es una cosa con la que han estado jugando a lo largo de la temporada.
Personalmente creo que Bill Pullman hace un buen trabajo, pero el personaje resulta bastante cansino. Por muy importante que haya sido durante el arco argumental me ha parecido que su protagonismo ha resultado excesivo y me he llegado a hartar de él. Demasiado cargante y los dos últimos episodios directamente sobraba… bueno, tenía que haber un gran sacrificio y esas cosas que gustan tanto, pero podría haberse quedado “terminal” un poco antes.
El nuevo Torchwood, progresa adecuadamente
Esta cuarta temporada ha provocado amor y odio a partes iguales: los que se esperaban la fuerza irrepetible de ‘Children of Earth’ se han encontrado con una historia con mucho menos dramatismo y un tono a todas luces más ligero. No me cabe duda de que gran parte de esta ligereza es culpa de haberse trasladado a EEUU. A cambio de la continuidad de la serie y de algo más de presupuesto nos encontramos con una serie pensada para el público norteamericano pero sin abandonar del todo sus raíces británicas. Lo cual en cierto sentido daba una sensación extraña como de ‘Torchwood’ meets ‘24’ o algo así.
El caso es que la llegada a la serie de Rex Matheson y Esther Drummond a la serie (y ya de paso los recursos de la CIA) ha supuesto un soplo de aire (no sé si fresco) para la serie. Nuevas dinámicas, nuevos piques entre los miembros etcétera. Personalmente tengo sensaciones encontradas con Matheson, ya que soy de los que piensa que el personaje de Rex resulta también algo cargante sin embargo me gusta como contrapunto a Jack. Pero no sé yo como funcionaría en una posible quinta temporada ya que me parece un personaje bastante prescindible.
He leído y escuchado mucha desilusión en torno a esta cuarta temporada de ‘Torchwood’ pero la serie no ha traicionado en ningún momento su esencia, ya nos decía Marina que esta temporada era una vuelta a las bases de la serie y así ha sido. No tiene la intensidad de ‘Children of Earth’ pero sí conserva el espíritu que Russell T. Davies insufló a la serie desde su primer episodio. ‘Torchwood: El día del milagro’ es una temporada excelente de la serie: vibrante y emocionante y que confirma la serie como imprescindible de la ciencia ficción.
PD. Esta temporada lleva desde hace tiempo anunciándose en Antena 3, así que pronto se la podéis recomendar al “gran público”.
En ¡Vaya Tele! | Cinco razones para ver la nueva temporada de ‘Torchwood’
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