Puede que sea un espejismo para algunos, pero el episodio 'La llave' de ‘The Walking Dead’ de esta semana demuestra lo que es capaz de hacer esta serie con muy poco, y un signo, además, de que muchos han querido derribar la octava temporada antes de tiempo. Un episodio en el que Negan y los salvadores tratan de llegar a la colina podría haber sido una encrucijada de relleno, pero resulta ser uno de los más impredecibles y mejores de la nueva tanda.
Sí, ya sabemos que para ese grupo de fans decepcionados con el tono que ha tomado la serie pueda sonar a lo de siempre, y no digamos ya para los que la siguen viendo puntualmente desde la tercera temporada solo para decir lo aburrida y acabada que está en redes, foros y comentarios. El núcleo del episodio es un inesperado enfrentamiento de Rick y Negan en una casa infestada de zombies. Llegamos hasta allí enseguida, gracias a la rápida respuesta de Rick al acecho de los salvadores.
Dos líderes frente a frente
La lucha de los dos líderes es una extensión de la conversación por walkie de hace dos episodios, incluso se llegan a repetir algunas arengas en los diálogos de un Negan que sabe dónde tocar hueso. La diferencia es el entorno y que el intercambio de palabras se da en medio de una secuencia de acción intensa. Los dos hombres pelean en una casa destartalada, con barandillas débiles y el firme de madera a medio derrumbar, lo que complementa la lucha con momentos de tensión mientras se esconden, se caen o atraviesan paredes y suelos endebles.
Jeffrey Dean Morgan interpreta al negociador con más apertura de miras que Rick y de verdad logran que veamos al “bueno” como un fanático desbocado mientras el salvador trata de explicarle el beneficio de diálogo con una oferta extra. Greg Nicotero dirige toda la escena como el tramo final de un slasher en el que Rick es el asesino persiguiendo a un acorralado Negan. Le acecha, se burla de él con Lucille y le acorrala. Lo bueno es que el tono no es totalmente serio sino, de nuevo, de pura acción de serie B en ese aroma de cine Cannon adquirido en esta temporada.
En otros momentos, con el macabro recuerdo de la matanza de Negan a sangre fría, todo tendría otro carácter más oscuro, habría una reflexión de Rick sobre su humanidad y remordimiento, pero lo que encontramos es un troleo constante de Negan y algunas líneas divertidas que van bien con lo exagerado de la pelea. Rick prendiendo a Lucille para matar a los caminantes con fuego es casi icónico y no desentonaría en una de las grandes películas de zombies que mezclan acción y terror. Es macarra y funciona.
¿El ocaso del Neganverso?
Además, Negan se aleja de su versión de malvado de dibujos animados o la del cruel psicópata y esa autoconsciente parodia de sí mismo pasa a estar en un punto intermedio que le va mucho mejor al actor y a la serie. Lo cual confirma que Simon se posiciona como un tipo con menos escrúpulos y más carisma maligno. Gracias a un cada vez más brillante Steven Ogg, que logra convertir al personaje de lacayo a líder en un pequeño grupo de capítulos. Eso sí, tras enterarse Negan de lo que hizo con los chatarreros, nos olemos que su actual momento de gloria no va a durar.
El nuevo orden de Negan empieza a debilitarse, pero no solo por la resistencia de los de Rick, sino desde dentro. Las mentiras de Simon y la traición de Dwight, son signos inequívocos de que se acerca el final de su reinado. Las apariciones del traidor mantienen esa ambigüedad de si saben lo que hizo o no, por ello, cuando se sube a su moto y trata de salir con la excusa de buscar posibles amenazas es interceptado por Simon, cumpliendo el deseo de Negan de que estén juntos.
Y si las dudas de Negan frenta a sus hombres de confianza no fueran suficiente, la aparición inesperada de un nuevo personaje, Georgie, es una garantía de que el futuro de ‘The Walking Dead’ pasará, tras dos temporadas y media, sin Negan. Un pequeño aviso de lo que vendrá y de cómo la temporada nueve puede ser un reciclado en toda regla. ‘La llave’ del título se refiere al libro que les da la mujer, "Una llave para el futuro", una guía con planos para fabricar molinos, técnicas para refinar grano o creación de infraestructuras. Parece otro tipo de colaboración más colonialista.
Un nuevo horizonte
Tras las declaraciones de que la serie sería mucho más independiente del cómic a partir de ahora, nos encontramos con la posibilidad de que la Commonwealth aparezca mucho antes de lo esperado. Georgie parece que viene de la ciudad-estado gigante de las viñetas, al menos por la apariencia de que viene de algún lugar más “civilizado”. Jayne Atkinson interpreta a la desconocida, que parece genuinamente interesada en ayudar a otras comunidades a crecer. Su generosa oferta pilla a Maggie, Michonne y Enid sin saber cómo reaccionar.
Mientras Maggie toma la decisión, vemos un enfrentamiento de filosofías entre las tres que invocan, de nuevo, los últimos deseos de Carl, en una insistencia por darle relevancia una vez muerto que resulta ya un poco ridícula. Guionistas, apechuguen de una vez con el cadáver. De hecho, esta posición con Maggie como posible líder de todas estas comunidades al acabar la guerra puede ser una revolución en la serie, pero dadas las noticias de la participación de la actriz en otro proyecto, la cosa despista.
El cliffhanger es, de nuevo, bastante inesperado y nos deja las cosas muy calientes para el enfrentamiento de los salvadores liderados por Simon y los supervivientes de Hilltop que veremos en el próximo capítulo. Quedan cuatro episodios y el terreno está dispuesto para el enfrentamiento final, que se nos ha informado que será estrenado en cines. La aparición de la nueva personaje abona el terreno para la siguiente temporada y el misterio de Rick en el árbol sigue en el aire. ¿Aburrida? Con diez frentes abiertos a la vez en este punto esa definición se antoja imposible.
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