El pasado 15 de septiembre daba comienzo ‘The Secret Circle’, una de las nuevas apuestas de la cadena estadounidense CW para el otoño. La serie, dirigida principalmente a una audiencia adolescente, se ambienta en un pequeño pueblo al este de Virginia y cuenta la historia de un grupo de jóvenes con poderes sobrenaturales. El canal quiso que esta nueva producción arrancara de la mano de ‘The Vampire Diaries’, la entretenida ficción protagonizada por los guapos Ian Somerhalder, Paul Wesley y Nina Dobrev que supone uno de los mejores productos de la cadena. De hecho, el regreso de las aventuras de los hermanos Salvatore se emitió antes de la premiere de la nueva serie, seguramente con el objetivo de lograr arrastrar a su fiel audiencia.
Y ciertamente consiguió mantener las cifras de los vampiros, atrayendo a casi 3 millones de espectadores y superando así al otro estreno de la cadena, ‘Ringer’. No obstante, en su segunda semana los brujos vivían un descenso notable en casi un millón de espectadores y cinco puntos en demográficos. Una bajada comprensible después de echar un vistazo a los primeros capítulos de la ficción, que sin llegar a ser mala tampoco convence en demasía ni resulta muy prometedora. De hecho, la cosa puede resultar un tanto anodina incluso para los amantes de este tipo de producciones, entre los que me cuento, y lo más esperanzador resulta saber que ‘The Secret Circle’ podría seguir la fascinante y positiva evolución experimentada por su hermana vampírica.
Así es la trama de ‘The Secret Circle’
El argumento no es nada del otro mundo. De hecho, la trama está manida como pocas: chica que acaba de perder a sus padres se muda a un nuevo hogar con el objetivo de superar su pérdida y allí descubre que el se esconde un misterioso y terrible secreto. Por supuesto, poco tarda en aparecer el chulazo de turno con el que mantendrá un difícil romance (que nos dé coba para toda la temporada/serie) y la chica rebelde y guay que le pone las cosas difíciles en el instituto. El argumento, como digo, se ciñe mucho al esquema que sigue el típico drama adolescente.
¿Qué marca la diferencia en el caso que nos ocupa? Que los jóvenes, además de enfrentarse a los problemas propios de la edad, tienen que afrontar que son diferentes a sus compañeros, pues tienen poderes sobrenaturales. Vamos, aquí nos llega la nueva remesa de brujos, con lo que ello conlleva teniendo en cuenta el contexto teen: magia usada indebidamente, hechizos empleados para fastidiar a la enemiga, conjuros llevados a cabo para impresionar a la chica, etc. Eso sí, detrás de todo ello nos topamos también con conflictos de interés, planes de venganza, intentos de arrebatar los poderes y secretos familiares enterrados bajo llave.
Son estos últimos aspectos los que nos pueden generar cierta curiosidad y los que albergan nuestras esperanzas de que la cosa acabe poniéndose interesante. Además, vamos a encontrarnos con una lucha generacional y sus distintas formas de ver la magia. Por un lado tenemos al círculo joven, formado por los seis jóvenes protagonistas, que se enfrenta a las consecuencias perpetuadas por el círculo anterior, integrado por sus padres; por el otro, aún encontramos a algún miembro del grupo de brujos más mayor, el de los abuelos, que quiere impedir que los poderes de sus nietos acaben desencadenando de nuevo catastróficos sucesos.
Personajes planos y poderes que dan poco juego
En el piloto de la serie se fueron presentando los personajes y los espectadores pudimos ir comprobando de qué pie cojea cada uno. De hecho, podría decirse que se establecen distintos bandos: los buenos, los malos y los que aún no sabemos en qué liga juegan. El primer grupo lo encabeza la protagonista, Cassie Blake (bien interpretada por Britt Robertson, de ‘Life unexpected’), una chica que acaba de perder a su madre y que no está para tonterías con trucos de magia. A su lado pronto se posiciona el gentleman a quien da vida el guapo Thomas Dekker (‘Terminator: Las crónicas de Sarah Connor’) y el resto de jóvenes que completa el círculo, a pesar de que entre ellos surjan algunos rifirrafes. El sector del mal viene de la mano de Dawn Chamberlain y Chrles Meade, interpretados por por Natasha Henstridge y Gale Harold.
A nivel general no encontramos ningún personaje que llame especialmente la atención sobre los demás, ningún carismático destacable. Claro que es cierto que la cosa acaba de empezar y que aún tenemos que verlos (o no) evolucionar. Lo que tampoco está dando demasiado juego es el desaprovechado uso de los poderes, de los que podrían sacar mucho más jugo.
Similitudes con ‘The Vampire Diaries’: ¿Seguirá la misma evolución?
La sensación que nos queda después de ver las primeras entregas es de cierta pasividad, pues parece que la cosa no acaba de despegar. A muchos nos recordará, inevitablemente, al inicio de ‘The Vampire Diaries’, una ficción que ha sabido desvincularse de los amoríos típicos de este tipo de producciones, siguiendo un ritmo trepidante que ha acabado por conquistarnos a muchos.
De hecho, encontramos diversos aspectos que nos recuerdan a la serie de vampiros ambientada en Mystic Falls, un parecido que no es aleatorio. Por un lado comparten al mismo showrunner, Kevin Williamson, quien manifestó en el Comic Con que ayudaría a Andrew Miller y a su equipo con los capítulos de ‘The Secret Circle’ en un principio. Del mismo modo, la nueva apuesta de la CW también constituye la adaptación televisiva de una saga literaria escrita por L.J.Smith. Eso sí, Williamson ya dejó claro que la evolución de la ficción de brujos sería distinta, con más magia y menos agresiva que ‘The Vampire Diaries’. Una pena, porque lo que realmente esperamos algunos es que siga la misma línea incansable, nos de las mismas sorpresas con cada capítulo y, en general, evolucione igual de bien. ¿Nos conseguirá enganchar de una forma similar? Habrá que darle un tiempo de margen.
En ¡Vaya Tele! | Otoño 2011: Nuevas series The CW