¿Que empiezan las altas temperaturas? Pues bajemos el listón. Habrá algún canal que optará por estrenar alguna ficción sesuda o ambiciosa, como suelen hacer las cadenas de cable con más reputación, pero los demás optan por emitir cosas ligeritas. Es el cuento de cada verano y ‘The Night Shift’ obedece este principio de no atosigar al espectador con tramas enrevesadas y silencios llenos de significado. Es otra serie de médicos. ¿Qué fácil de explicar, no?
Podríamos contar algunos matices. Es una ficción dramática sobre el turno de noche de un hospital de Texas cercano a una base militar. Hay unos cuantos médicos con estrés post-traumático y el administrador se pasa el día anunciando recortes que los demás no se toman muy bien. El roce de trabajar cada noche hace el cariño y hay ex parejas, romances potenciales y algún residente con ganas de aprender. Vamos, que si los pacientes fueran un poco más ricos y tuvieran alta tecnología, podríamos decir que es el turno de noche de ‘Anatomía de Grey’.
Un esquema tan básico no tiene porqué ser una mala noticia. No fingiré que soy de esos que rehuye los centros médicos y que desprecia las tramas románticas y emocionales porque todavía sigo a Meredith y compañía. Lo importante en estos casos es que el punto de partida esté bien ejecutado, que las escenas tengan ritmo y los personajes funcionen. Y, de momento, está un poquito a medias. Es todo aquello que podíamos imaginar para bien y para mal.
Unas pretensiones muy justas
Al reservarse para el verano, es evidente que no es un apuesta muy ambiciosa. El presupuesto es justito y no hay caras muy conocidas (sí, todos han trabajo en alguna otra serie antes pero no son A-Listers), pero esto no es ningún problema. Todos son más o menos solventes y los personajes tampoco les piden mucho. Como máximo chirría Freddy Rodríguez, al que parece que el traje de administrador le quede grande de tan poca presencia que tiene. Los casos son bastante funcionales pero tienen ritmo y las tramas personales no resultan artificiales ni se exceden. Es correcta, vamos.
Pero hay dos cosas que tener en cuenta de cara al visionado y que no son tan buenas. La primera y fundamental es que el protagonista de esta serie bastante coral es muy estúpido. Todos sus compañeros se comportan como si tuviera parte de razón y como si haber luchado en una guerra sirviera de excusa para todo, pero intentar pegar a tu jefe cada vez que te lleva la contraria (de forma muy razonable) es inaceptable. Puedo entender que sea así pero no puedo entender que incluso la psiquiatra adopte la postura de “los dos debéis entrar en razón” como si los puñetazos fueran una forma de expresarse completamente válida.Y luego está, por supuesto, el factor verano. Hace calor, trabajar por estas fechas ya da un poquito de rabia y al llegar a casa es tranquilizante tener algo tan inofensivo como esto, que sabes que te va a aportar cuarenta minutos de entretenimiento pero que vas a olvidar a los personajes cuando llegue septiembre. Ni en broma esta ficción sobreviviría entre las propuestas de otoño y la abandonaríamos alegando que hay cosas mejores en televisión.
Por esto hay que entender esta crítica desde su contexto. ‘The Night Shift’ se concibió para esta época del año y cumple, pero que nadie me pregunte el nombre de los protagonistas en invierno porque no hay razón alguna para aprendérselos.
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