Como decía David hace un par de meses: hay comedias que pasan demasiado desapercibidas para crítica y público. A esa afirmación creo que hay que añadirle que si pasan así de discretas es porque carecen, normalmente, de algún rasgo que la haga destacar. Luego, hay otras que, aún teniendo esos rasgos distintivos muy bien potenciados, son eclipsadas por sus compañeras de cama y algo obviadas. Es el caso de ‘The Middle‘, cuya tercera temporada terminó la semana pasada en EEUU.
Para los que no la conozcan, ‘The Middle’ es una sitcom familiar protagonizada por los Heck. Frankie y Mike encabezan una familia algo desastrosa, con una economía bastante ajustada y unos hijos muy diferentes entre ellos: Axl es el adolescente holgazán pero “guay” llevado al extremo, Sue es la típica chica a la que todo el mundo ignora y a Brick le interesan más los libros que desarrollar habilidades sociales.
Así pues los Heck son una familia bastante particular, pero dentro de sus circunstancias son capaces de ver siempre el lado bueno de la vida, con un rollo optimista que logran transmitir a los espectadores. Y esta es una de las cosas con las que siempre me quedo al ver los episodios de ‘The Middle’, y en esta tercera temporada no ha sido ninguna excepción.
Sue, el alma de ‘The Middle’
Tras un primer episodio, algo mediocre en mi opinión, contándonos la acampada de los Heck, empezamos a ver cómo iban creciendo los personajes, sobre todo los hijos. Quizás el personaje que más ha evolucionado este año sea el de Sue. La mediana de la familia había pasado de niña a mujer y estaba dispuesta a afrontar su primer año en el instituto con optimismo y ganas de construir una nueva vida escolar con el lienzo en blanco que se le presentaba, por mucho que le fastidiase a su hermano Axl.
A pesar de sus planes Sue seguiría siendo ignorada por el resto de sus compañeros salvo por su club de Wrestlerettes y el romance que tendría con uno de los luchadores (interpretado por Moisés Arias que, por cierto, era Rico en ‘Hannah Montana’). Por lo demás Axl seguiría con sus cosas y Brick intentaría avanzar poco a poco en su camino hacia dejar de ser socialmente inepto.
Lo que vengo a decir es que hoy en día creo que Sue es el alma de ‘The Middle’, la que tiene algunos de los mejores momentos de la serie y que suele robar las escenas a los demás. Lo cual, si por un lado es de agradecer ya que me encanta su personaje, no puedo evitar pensar que esto no termina de ser bueno para la serie. Es una sitcom familiar en la que todos los personajes tiene su protagonismo pero creo que cuando el centro no está en Sue el guión no está tan pulido como debería, de hecho el único a la altura es Brick y aún así hay veces que me resulta algo cargante.
Ojo, que con esto no estoy diciendo que ‘The Middle’ no sea una buena serie, que lo es (y mucho). El caso es que siento que personajes como Axl o Mike podrían aprovecharse mejor (sobre todo Axl). ‘The Middle’ demuestra en su tercera temporada que todavía puede seguir causando esa sonrisa y esa carcajada con las vivencias de los Heck. Axl, Sue, Brick, Frankie y Mike se han convertido en los nuevos miembros de mi familia catódica y estoy deseando verles un año más.
En ¡Vaya Tele! | ‘The Middle’ hay que reivindicarla más