Ya tenemos fecha: el 4 de octubre vuelve ‘The Leftovers’ a HBO. Pero no vuelve como se fue. La primera y brillantemente deprimente temporada estaba creada por Damon Lindelof y Tom Perrota, quien se basaba en su novela del mismo título publicada en 2011, y nos hacía testigos de cómo la humanidad intentaba aceptar o entender el hecho de que un día cualquiera de otoño desapareciese sin más el 2% de la población mundial.
‘The Leftovers’ nos sorprendió con su estructura y contenido muy dramáticos que relegaba el detonante fantástico a poco más que una excusa para reflexionar sobre la pérdida, la culpa o el fanatismo. Unos pocos protagonistas servían como reflejo de algo más global, contando lo general desde lo íntimo y haciéndonos así partícipes más directos del sufrimiento y también del miedo ante el desconocimiento; al fin y al cabo, nadie sabía si en cualquier momento ellos mismos desaparecerían.
El caso es que las intenciones y consecuencias de las historias que se forjaron en la primera temporada quedaron cerradas con el devastador último capítulo. Las motivaciones de unos, los propósitos de otros, la ira ya no tan reprimida, el perdón o el reencuentro fueron los ejes centrales del último tramo de una historia que ya se antojaba cerrado. Nos surgía entonces la duda, ¿versaría la siguiente temporada sobre Mapleton y sus habitantes? ¿Serían los próximos episodios una etapa para adentrarse en las consecuencias de lo ocurrido?
Ya sabemos que no. En entrevistas varias sus creadores anticiparon que la segunda temporada se movería de localización y dejaría a bastantes personajes por el camino, algo que se confirma con el primer teaser, en el que vemos una gran hilera de coches haciendo cola en una carretera que atraviesa el caluroso desierto. ¿Y por qué esa cola? Porque la humanidad se pelea por asentarse en Jarden, Texas, donde ninguno de sus habitantes desapareció aquel trágico día.
¿Un cambio necesario?
‘The Leftovers’ es un drama muy seriado donde las dolencias y relaciones de los protagonistas son lo único que hacen avanzar la historia. Sin embargo, no dejan de ser una muestra muy concreta de una humanidad que está lidiando con los mismos sentimientos extremos, por lo que se antoja casi necesario que la trama se mueva a otra localización, donde se abren las posibilidades de ampliar el abanico de consecuencias de la “desaparición repentina”.
Además, el hecho de que se la historia se mueva a Texas también ofrece nuevas posibilidades en lo que la atmósfera se refiere. En la primera temporada todo se desarrollaba en una boscosa y fría población del estado de Nueva York. El ambiente era húmedo y gris, algo que subrayaba aún más la melancolía de sus habitantes.
Texas, y es algo que el tráiler deja ver, es otra historia. Es calurosa, desértica y seca. Quizá las cosas no empiecen tan frías como en Mapleton; quizá allí todo sea algo más temperamental. Lo que está claro por el tráiler y ese voice over de la radio es que el elemento espiritual va a seguir siendo una parte muy relevante de la historia, algo que en un estado tan tradicionalmente conservador y religioso como Texas puede dar mucho juego.
Además, pensemos en Jarden en concreto como localización para la historia, un pueblecito que no solía llegar a los 10.000 habitantes y cuyo día a día probablemente no ha cambiado demasiado; al fin y al cabo, la “desaparición repentina” no les ha tocado tan de cerca. Pero se ha corrido la voz, y de repente se ven sobrepasados por un goteo interminable de foráneos que quieren asentarse en su pequeña y manejable población. Desde luego es un punto de partida interesante para generar choques, para hablar de la solidaridad y la generosidad, o del espíritu egoísta de la auto-conservación. Vamos, un catálogo nuevo de emociones para explorar por parte de unos guionistas que ya han demostrado su brillantez y valía en la primera temporada.
Lo que está por venir, al detalle
Ya han confirmado que alguno de los protagonistas no continuarán en la siguiente temporada, pero la mayoría de los principales seguirán sus desventuras paluegosas: Justin Theroux, Amy Brenneman, Chris Zylka, Margaret Qualley, Christopher Eccleston y Carrie Coon estarán de vuelta
He dejado para el final la sinopsis oficial de esta segunda temporada, ya que contiene bastante información de lo que está por venir y quizá algunos prefieran asomarse a ella sin conocer detalles. Después de la resolución del elaborado plan para el Memorial Day de los petardos de blanco que fuman, la segunda temporada va de nuevos comienzos. Kevin (Theroux) deja su puesto de policía y se muda con su familia a Texas.
Con él está Nora (Coon), que por fin tiene un nuevo propósito en la vida después de encontrarse aquel bebé en el rellano de Kevin. Cuando llegan a Jarden, la nueva familia Garvey conoce a sus vecinos, los Murphy, John y Erika (Kevin Carroll y Regina King) y sus hijos gemelos adolescentes. Atraído también por esta ciudad tan especial y milagrosa, Matt (Eccleston) también se ha mudado junto a su mujer (Janel Moloney), que aún sufre de las consecuencias del accidente.
Mientras, la exmujer de Kevin (Brenneman) ha decidido dejar a los Culpables Remanentes para reunirse con su hijo (Chris Zylka). Eso sí, parece que no perderemos de vista a los petardos de blanco que fuman, porque Meg (Liv Tyler) seguirá en la organización, una secta que ahora no tiene nada que ver con aquello a lo que se unió.
Ganazas.
En ¡Vaya Tele! | La humanidad… ¿durante o después de la catástrofe?
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