El género negro tiene una rica tradición en el norte de Europa, especialmente en Suecia. Allí, los escritores Maj Sjöwall y Per Wahlöö revolucionaron la novela policíaca en los 60 al inspirarse en los clásicos estadounidenses del "ala dura", Raymond Chandler y Dashiell Hammett, e insuflar a los casos que investigaba el inspector Martin Beck de un enorme contenido social, criticando todo lo que no funcionaba bajo la aparente fachada de perfección de la sociedad sueca. La literatura noir del norte de Europa entró con fuerza en España gracias al éxito de las novelas de Stieg Larsson (aunque es cierto que Henning Mankell ya había tenido éxito antes), y en televisión, el éxito de la danesa 'Forbrydelsen', sobre todo en el Reino Unido, abrió la puerta a que llegaran más series policiacas provenientes de esas latitudes, marcadas por la fría luz ambiental y los sobrios y funcionales interiores.
La heredera de las peripecias de Sara Lund, en cuanto a tirón entre el público, ha sido finalmente 'The Bridge', el título con el que se emitió en BBC 4 'Bron/Broen', una co-producción entre Suecia, Dinamarca y Alemania que tiene un punto de partida con mucho gancho; una noche, el puente de Oresund que une Suecia y Dinamarca sufre un apagón y, cuando las luces vuelven a encenderse, las autoridades se llevan una sorpresa, ya que en su mitad, justo en el punto donde se encuentra la frontera entre ambos países, aparece el cadáver de una mujer. Que tenga la cabeza en Suecia y los pies en Dinamarca lleva a que dos policías, uno de cada lugar, investigue el caso, y así tenemos ya a nuestros dos protagonitas, Saga Norén, de Malmö, y Martin Rohde, de Copenhague.
Saga y Martin
Lo mejor de 'The Bridge', con mucha diferencia, es la relación que se establece entre esos dos detectives. Aquí no hay reticencias entre la policía sueca y la danesa porque desde el principio queda claro que es muy habitual que los residentes crucen de un lado a otro del estrecho de Oresund para cualquier actividad cotidiana, hasta para ir al hospital al país vecino, y se da por supuesto que los departmentos de policía de Malmö y Copenhague están acostumbrados a colaborar. Las dificultades iniciales entre Saga y Martin vienen más por sus diferentes personalidades. Ella tiene serias dificultades sociales y sigue las normas a rajatabla, hasta el punto de que parece padecer algo parecido al Asperger, mientras él es mucho más abierto y no le parece mal saltarse alguna regla si es necesario. Además, su situación familar es algo complicada, con varios hijos de mujeres diferentes.
Los dos tienen que aprender a trabajar juntos mientras le siguen la pista a un asesino cruel y despiadado, todo un psicópata que lleva años planeándolo todo y que utiliza cada asesinato, con puestas en escena elaboradas y hasta retransmisiones vía webcam por Internet, para llamar la atención sobre varios asuntos en los que cree que las sociedades, y los gobiernos, tanto sueco como danés están fracasando, y que van desde los sin techo a la explotación infantil o el trato que se da a los inmigrantes. Es algo así como si el asesino de 'Seve'n tuviera conciencia social. La investigación, por supuesto, nos va revelando más aristas de las personalidades de Saga y Martin y, de hecho, va volviéndose bastante personal para ellos. Sus diferentes métodos deductivos y éticas de trabajo dan para la construcción de dos personajes muy interesantes, y menos vistos en el género de lo que parece, que juntos acaban siendo el principal activo de 'The Bridge'.
Una trama bien llevada
El otro punto de interés, por supuesto, está en esa trama continuada que se desvela a lo largo de diez episodios, y que está bastante mejor llevada que la de la primera temporada de 'Forbrydelsen', por ejemplo (que también es cierto que tenía el doble de capítulos). Hay varias subtramas que van apareciendo y cerrándose a lo largo de un par de episodios, y que acaban teniendo todas su relevancia con la historia central. Además, en 'The Bridge' no amagan con ciertas muertes o ciertos desarrollos; si la trama pide ir por ese lado, aunque pueda resultar algo oscuro, se va por ese lado. Así logran crear un asesino del que se comprende perfectamente que genere tanto inquietud como fascinación, y que siempre va un par de pasos por delante de los policías, que también acaban persiguiendo pistas falsas y sintiéndose bloqueados de vez en cuando.
Otro punto de la serie que hay que destacar es su estilizada realización. Su fotografía es fría y tenue, como de día nublado, y casi todos los interiores que vemos son sobrios y casi diáfanos, como invitando a una sensación de "no tengo nada que ocultar" que, en realidad, guarda muchos secretos y equivocaciones. 'The Bridge' expone, siguiendo la tradición más clásica del noir, los fallos de las sociedades sueca y danesa, pero envueltos en esa trama de la investigación de un asesinato que engancha con bastante facilidad, y que hasta presenta a los personajes con diversos dilemas éticos que no tienen fácil solución, mucho menos para alguien tan acostumbrado a pensar en términos absolutos como Saga, que tiene problemas para procesar las sutilezas de algunos de los retos que les presenta ese asesino en serie.
Los dos creadores de 'Bron/Broen', Hans Rosenfeldt y Björn Stein, logran una temporada bastante compacta y redonda, en la que casi ningún elemento sobra y con un final bastante satisfactorio (aunque se le pueda buscar alguna que otra cosa que no acaba de cuadrar del todo). Sofia Hellin y Kim Bodnia, los dos veteranos actores que dan vida a Saga y Martin, están muy bien, desplegando una dinámica y una química muy particulares y haciendo evolucionar a sus personajes a lo largo de la serie, sobre todo cuando el pasado empieza a pesar sobre ellos. Porque ése es otro asunto interesante de 'The Bridge', que el pasado nunca permanece en el pasado y que todas nuestras acciones tienen consecuencias.
En ¡Vaya Tele! | FX da luz verde a 'The Bridge'
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