‘The Big C’ es una de esas dramedias que deberías ver si te atrae el divertido mundo de los remixes entre drama y comedia. El season finale de la primera temporada nos dejó totalmente descolocados, puesto que tratar el tema cáncer con altas probabilidades de ser terminal, por desgracia no puede ser tan longevo como las decenas de temporadas de ‘Doctor Who’. No sabíamos qué rumbo iba a tomar la serie, en qué mundo y en qué tono.
Pero la segunda temporada nos ha despejado dudas. Una segunda muy emotiva, divertida, una pizca estresante, con más valores y coraje que nunca y especialmente familiar. El carácter cercano ha marcado la historia de una Cathy Jamison dispuesta a seguir luchando contra su melanoma a costa de lo que sea y lo que le de la gana, pero sin cometer las locuras que se le pasaban por la cabeza en la primera temporada, siendo más consciente que la vida nos da una de cal y otra de arena en cuanto menos lo esperamos.
Paul y Cathy, ¿otra bonita historia de amor?
¿Son una buena pareja Paul y Cathy? Es una gran duda que me dejó la serie a lo largo de su primera temporada. No sabía hasta qué punto ambos personajes compartían vidas. El hecho de ser tan diferentes, tanto física como intelectualmente y las constantes subtramas de flirteo, como la del doctor Todd Mauer y Cathy, me parecían justificadas y divertidas, pero no dejaban de descuadrarme las bases reales de la relación.
En esta segunda temporada hemos visto cómo son un matrimonio bastante más acertado de lo que parecía. Tienen todo en común. Risas juntos, buenos y malos momentos, una constante compenetración y una calmada pero influyente preocupación de Paul por el estado de Cathy. ¿Les ha cambiado sus vidas este cáncer? Probablemente estemos ante otra historia de aprender a valorar lo que tenemos, basada en la moraleja de que “no hay mal que por bien no venga”.
Y toda la temporada ha estado llena de amor y de parejas. Un Adam más crecido y cada vez un poquito más maduro, con una primeriza historia con Mia, Poppy y alguna más del instituto. Ah, y también con una plaga de ladillas que decidieron anidar en sus partes por chulo y atrevido en su corta vida prepúber. Mucha comedia sarcástica sobre la vida y las situaciones en diferentes edades en todo tipo de momentos es algo que sigue patente en la segunda de ‘The Big C’.
El eros y el thanatos: Lee, Marlene y todos los Cathy Jamison
Como hemos comentado, ésta es una temporada muy marcada por el carácter familiar. Un rasgo de ‘The Big C’ es que no es una serie sobre la enfermedad, si no sobre el espíritu de vivir y de poder elegir multitud de opciones en tu propia vida. En este sentido nos hemos encontrado con un personaje inspirador, que merece la pena conocer y que llama la atención muy sutilmente a todos los interesados en el detalle. Es Lee, alguien que aparece por sorpresa en la vida de Cathy y que viene a sustituir en cierta medida el personaje de Marlene.
Lee y Marlene. Ambos tienen muchas cosas en común: Llegan a la vida de Cathy de forma brusca, han dado lecciones, han sido fuente de inspiración para ella, son ejemplo, han sido sus mentores en determinados momentos y han fallecido de la misma forma: Suicidándose, porque al fin y al cabo, el fallecimiento de Lee es un suicidio. No sé hasta qué punto estos personajes son puro reflejo del espíritu más profundo de Cathy Jamison. Algo que no acabo de comprender es por qué Cathy sigue viendo a Marlene, ve ahora a Lee, y al protagonista de este triste final de temporada, Paul.
Todas las cosas se han puesto lo suficientemente feas en ‘The Big C’ al final. El aborto de Rebecca, la desaparición de Sean causa de una tremenda desesperación existencial, la muerte de Lee, el infarto de Paul porque aún no es una muerte confirmada (creo que este cliffhanger va por los pasos del final de la primera temporada). Esta serie es el eros y el thanatos. Igual te ries muchísimo que en los 20 próximos segundos la cosa cambia de tal manera que cuándo quieres darte cuenta estás llorando. Y todo acompañado por una estupenda selección musical en la banda sonora.
¿Está viviendo la serie demasiado de los secundarios?
Cuando vimos a Gabourey Sidibe interpretando a Andrea en las primeras apariciones junto a la Linney todos pensamos que el potencial de comedia y locura se dispararía en cada escena en la que las juntaran. Es un recurso cómico muy llamativo que deja más de lado esa parte de comedia para centrarse en una Andrea que crece y conoce a alguien absolutamente opuesto a ella. Un rubio ucraniano llamado Myk que en el fondo persigue una nacionalidad estadounidense. Un giro de trama que no me esperaba.
No me ha llenado lo suficiente el hecho de que Andrea se vaya a vivir a casa de Cathy, causa de una serie de actividades en Ghana por parte de los padres de Andrea y en las que la niña no se quiere ver involucrada. Me pareció un recurso sencillo para meter a un personaje que saben que funciona muy cerca del principal, pero al que no han sabido sacarle un buen jugo. Por otra parte, la relación entre Rebecca y Sean parecía una buena idea, entretenía y tenía gracia aunque aprovechasen el mito de los polos opuestos, pero la serie decide cerrar la trama en un aborto que aleja de nuevo a estos secundarios de Cathy.

En general, para mí ‘The Big C’ es una buena serie con la que pasar el rato, divertida y dramática a partes iguales, con escenas puntiagudas, entretenida y profunda en temas vitales más que sentimentales. Es una dramedia que sigue burlándose de las burocracias del día a día, de las personalidades características de mucha gente, y de las moralinas estúpidas de la sociedad frente a todos los problemas personales que nos pueden acontecer sin previo aviso. Todo ello, es gracias en parte a una única interpretación de una histriónica y audaz Laura Linney que ejerce bravamente su papel como productora ejecutiva y actriz principal.
Yo la seguiré en la tercera temporada.
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8 comentarios
Arcade Z
Una temporada intensa y hermosa.
Desde el capítulo uno, en el que vemos a Cathy corriendo con Sean, se adivina la lucha que va a mantener nuestra prota contra su enfermedad; de hecho, la temporada acaba también con Cathy corriendo, lo que me hace pensar que nada en esta serie se deja al azar.
Mi opinión personal frente a esta serie es muy clara: hay mejores comedias, hay mejores dramas y, posiblemente, mejores series que hayan sabido mezclar ambos elementos; pero ninguna resulta tan especial y bella como The Big C.
Trata un tema tabú como es el del cáncer desde una dimensión no antes vista y, os puedo asegurar, que eso es lo mejor de esta serie. Por desgracia, he vivido con el cáncer en mi familia ( no solo con un caso, de hecho) y el coraje de Cathy me parece tan impresionante que creo que todo el mundo debería ver, por lo menos una vez en sus vidas, esta serie. Es simplemente preciosa.
Las tramas, por otra parte, podrían mejorar un poco en cuanto a los secundarios. Lo de Andrea mudándose en tan poco tiempo fue extraño y precipitado, y el romance + boda con el chico ucraniano tuvo sus puntos pero no me pareció que lo explotaron bien. Peor aún queda la adicción de Paul a la cocaína. Muy desaprovechado. Genial la escena en la que se le cae la droga en la nieve y se dispone a buscarla, cazándole después Cathy; pero, por lo demás, fue un tema desaprovechado en mi opinión.
A pesar de todo, el tema principal es brillante: el cáncer. Esta temporada además con la fantástica, y cuando digo fantástica me refiero a lo mejor que le ha pasado a la serie por ahora, intervención del personaje de Lee. Ese final en la cena de acción de gracias fue sublime, destacando claramente Cathy con el pavo ensangrentado y la reacción de Lee a las uñas destrozadas de Cathy por el tratamiento. Por eso la serie es lo que es.
Para la tercera temporada pienso que Cathy pasará por una nueva etapa, ahora que ya ha aceptado su enfermedad. No tengo ni idea de qué enfoque le darán los guionistas, pero me parece que es hora de que Cathy empiece a disfrutar de su vida de nuevo y aprovechar cada segundo.
En la season finale Cathy ve a sus amigos que pasaron a mejor vida, y no puede evitar derrumbarse cuando se da cuenta de que Paul está entre ellos. Por eso no creo que los guionistas decidan mantenerlo con vida. Ya está con Marlene y Lee, pero sí que le doy una oportunidad como un secundario "fantasma" (estilo Dexter y Harrison) que con el progreso de la enfermedad de Cathy se pueda convertir en un problema para ella (recordemos que en el último capítulo, el médico y Adam hablan sobre posibles efectos que pueda tener el cáncer en el cerebro de Cathy).
En definitiva, esta es una de mis series preferidas. De lo mejor que han podido crear con un tema como el cáncer, y con actores fantásticos y un guión memorable en lo que respecta a Cathy y los más cercanos. No puede durar más de 4 temporadas, por razones obvias: Cathy tiene que morir. Espero que los guionistas lo sepan y hagan de esta serie un obra maestra en cada uno de los contados capítulos que le quedan.
Los Fantasmas del Paraíso
Yo creo que en la segunda parte de la temporada se centró demasiado en el drama y dejó un poco de lado la comedia, y por eso pienso que Laura Linney tiene menos papeletas para llevarse premios por esta temporada que por la anterior. Porque soy de los que creo que el Emmy tenía que haber sido para ella, pero el próximo... no lo veo tan claro.
Eso sí, la serie me sigue encantando, y creo que uno de los personajes que más ha mejorado de la primera temporada a esta ha sido Adam, con tramas como la de las ladillas.
Y de Paul... pues espero que al final salga de esta, porque sino es que la serie se queda sin personajes. Que se supone que es ella la que está muriendo, y al final va a ser la única que quede.
skating
A mí me ha encantado esta temporada, como me gustó la primera. Totalmente de acuerdo en eso de que te estás riendo y al cabo de 20 segundos, llorando. Pero yo lloraba porque me emocionaba al ver luchar a Cathy contra todo y todos (la escena del entrenamiento de natación y los padres de las alumnas diciendole que no quería que su cáncer se contagiara a las alumnas y ella saliendo a correr para que luego todas ellas la siguieran) Y la relación con Paul me ha parecido deliciosa: esa complicidad y ese apoyo constante, a pesar de ser tan diferentes y haber tenido sus discusiones y cuernos varios.
A mí, como a mucha gente, el personaje de Andrea no me gustaba en la primera temporada. Pero en esta no ha sido así, ha sido un gran apoyo para Cathy (Brave bitch!) y la trama con Myk ha sido buena.
Y también me he enamorado de Lee... Cathy se busca compañeros masculinos muy guapos :P
Es una pena que esta serie no vaya a durar mucho por su temática, pero vale totalmente la pena.
rlamperez
Estupenda y deliciosa. Me encanta.
Lucia
A mí me sorprendió que volviera el Doctor Mauer al final de la temporada...no sé. Igual por eso "matan" a Paul... Espero que no.
Los momentos más divertidos de la serie suele darlos el personaje de Sean, pero esta temporada no han parado de cargarlo dramáticamente.
A mí Adam sigue pareciéndome un personaje muy flojo, pero Lee me pareció una gran incorporación, que supo enseñar la versión derrotista opuesta de Cathy.
Una vez más, Laura Linney de 10.
richard-r-richard
Qué final seńores...! Pero ojo, Paul tenía mucha angustia y confusión en su rostro... Puede q lo "vuelvan" a la vida para la próxima temporada.
408294
Yo espero, aunque me parece que no será así, que Paul vuelva a la vida. En mi opinión son un matrimonio entrañable y cómplice, no me imagino la serie sin él. Grandísima temporada y sobrecogedor final.
Johan P. Rosenberg
Una muy buena serie. Coincido con Arcade Z en que, si lo piensas, hay comedias y dramas mejor que The Big C, pero ésta tiene un algo especial que NO existe en otra actualmente.
Para mi esta 2ª temporada ha sido mejor que la primera. El tono ha cambiado ligeramente (de la Cathy que quiere vivir y experimentar extremos de la 1ª a una Cathy más sosegada pero más profunda). El capitulo del entierro del no-nato, por ejemplo, fue perfecto, pues ahí fue cuando quizás el único fallo de la serie (el tempo -se cuenta mucho en poco tiempo y a veces queda raro- y la realización) estaban impecables.
Para mi esta serie es una de las pocas series de las cuales se pueda aprender algo de la vida. Hay un GRAN mensaje general, que a veces queda difuminado y no se aprecia, y que es un gran alegato a la vida.