Me gustó la review que realizó mi compañero Albertini de la quinta temporada de ‘The Bing Bang Theory’ porque ponía en evidencia la evolución que había experimentado la serie en sus cinco primeras temporadas, un cambio que culminó al final de la pasada temporada. ‘The Big Bang Theory‘ había dejado claro a qué tipo de comedia quería parecerse, esa en la que priman las relaciones amorosas para que los personajes evolucionen y que se encuentra en un punto muy alejado de lo que la serie fue en sus inicios.
Llegados hasta aquí entiendo que muchos seguidores hayan decidido bajarse del carro a estas alturas, sobre todo porque reconozco que las relaciones de pareja que han surgido no tienen el mismo gancho que tenían las tramas de las primeras temporadas y que los personajes masculinos han perdido parte de esas características que le hacían parecer tan extraordinariamente divertidos. Aún así, yo no me considero uno de sus detractores (todavía) aunque me he adentrado en la sexta temporada rebajándole la valoración a la serie hasta la categoría de simpática, suficiente para acercarme a ella cada semana y seguir entreteniéndome con sus historias.
La sexta temporada de ‘The Big Bang Theory’ ha llegado haciendo oficial lo que ya era evidente. El grupo protagonista ha aumentado gracias a la llegada de Bernadette y Amy, dos grandes aciertos que para mí son los que otorgan la frescura que ya no pueden aportar los protagonistas originales. Solo hay que observar detalladamente la cabecera de la serie para darse cuenta de que ya no podemos considerar un grupo de cinco miembros y que estos dos personajes femeninos han conseguido integrarse definitivamente en la comedia (como se podrá intuir soy partidario de la incorporación del grupo de chicas a la serie), que arranca de manera oficial una nueva era con la que no todos se sentirán cómodos.
Del arranque de la nueva temporada me ha gustado observar la adaptación de Howard en su misión espacial y, sobre todo, ese último episodio en el que comenzaba a desquiciarse por permanecer tanto tiempo en el espacio. También he disfrutado con la soledad de Raj y sus intentos por no quedarse apartado del grupo y creo que se postula como uno de los miembros del reparto que darán mucho juego en esta temporada. Y también disfruto cada vez que veo a Amy en acción, un personaje por el que he empezado a sentir debilidad y que creo que supera a muchos de los que han estado presentes desde el inicio de la serie.
Con el arranque de la sexta temporada de ‘The Big Bang Theory’ deduzco que quienes estaban resignados y tenían la esperanza de que la comedia diera un cambio de sentido habrán comprado que ya no hay marcha atrás. La ficción ha vuelto establenciendo definitivamente las nuevas bases y dejando claro lo que quiere ser de aquí en adelante. Muchas ocasiones me encuentro con el mismo sentimiento que Penny muestra con su relación con Leonard, una unión por inercia que no se sabe exactamente a dónde va. Lo que sí puedo decir a día de hoy sobre los nuevos episodios de ‘The Big Bang Theory’ es que es cierto que a veces cansa, otras veces se deja ver y hay incluso momentos en los que provoca la carcajada. A estas alturas parece que ya no le podemos pedir más.
En ¡Vaya tele! | ‘The big bang theory’ aburre con sus parejas
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