Como el viernes los estadounidenses celebran Halloween, empiezan a proliferar por todas partes listas de los mejores episodios ambientados en esa fecha o, como ha hecho Enterteinment Weekly, de las 15 mejores series de terror. Sin embargo, no hace falta ceñirse a los especiales de la víspera de Todos los Santos para encontrar algunos capítulos, y algunos especiales de televisión, realmente inquietantes.
Por ejemplo, Hush, un episodio de la cuarta temporada de Buffy, la cazavampiros que utilizaba una historia más de cuento de hadas para entregar uno de los capítulos más terroríficos que tuvo esa serie, y buena parte del efecto se conseguía gracias a los Caballeros, esos cadavéricos malvados que roban las voces de todo Sunnydale para poder extraer cinco corazones humanos. Lo curioso del episodio, además, es que es mudo en su gran parte.
Otro capítulo que está también entre los más inquietantes de su serie es Home, el segundo de la cuarta temporada de Expediente X, una versión de Las colinas tienen ojos bastante malsana, y que ni una famosa conversación entre Mulder y Scully sobre si quieren tener hijos salva de dar bastante mal rollo. Su familia de villanos no da tanto miedo, sin embargo, como los ángeles de piedra de Blink, el mejor episodio de la tercera temporada de Doctor Who, una historia de terror y de viajes en el tiempo que funciona con la precisión de un reloj.
Aunque su género esté más cerca de la serie familiar, Medium también deja de vez en cuando algunos capítulos francamente inquietantes. Cualquiera de los del arco continuado del doctor Charles Walker y su búsqueda de médicos a los que "poseer" para matar y descuartizar a sus víctimas, que aparece en las cuatro primeras temporadas, resulta suficiente para dar algunos sustos.
Hay muchos más, por supuesto, y algunos hasta serán más terroríficos, pero para mí hay pocos que superen un mediometraje de 50 minutos de duración, producido y emitido por TVE a principios de los 70, dirigido por Antonio Mercero, escrito por José Luis Garci y protagonizado por José Luis López Vázquez, y que ganó un Emmy en 1973. La cabina es una de las mejores historias de miedo que se han rodado nunca, opresiva, claustrofóbica y alegórica de la situación de España en la época. Se ha convertido en un título de culto y ha sido homenajeada y recordada en los lugares más insospechados, como al final de un sketch reciente de Camera Café en el que Victoria les daba a todos teléfonos de empresa.
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