'Sweet/Vicious', las justicieras del campus

'Sweet/Vicious', las justicieras del campus

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'Sweet/Vicious', las justicieras del campus

En el género juvenil, lo más habitual es que se hagan series de instituto, incluso cuando se escoran hacia el fantástico o el terror. MTV ya tiene una serie de esas características, por ejemplo, con 'Teen Wolf', pero donde las cadenas se animan menos es con protagonistas universitarios. De hecho, suele decirse que la "muerte" de un título juvenil es que sus personajes se vayan a la universidad.

MTV va a probar suerte este otoño con una comedia negra, ambientada en un campus universitario y que, además, se atreve a tocar un tema muy espinoso: la manera en la que esas instituciones afrontan las denuncias por violación de sus estudiantes. Ahí está la premisa de 'Sweet/Vicious'; dos chicas se cansan de que nadie se tome en serio dichas denuncias y se toman la justicia por su mano.

La relevancia de 'Sweet/Vicious'

Que Jennifer Kaytin Robinson, la joven creadora, y MTV se hayan metido en este potencial campo de minas es ya algo que merece comentarse. ¿Por qué hacer una serie sobre la polémica que rodea a la cultura de las fraternidades y las acusaciones a las universidades de que dejan desprotegidas a sus alumnas ante posibles agresiones sexuales? La respuesta bien puede estar, precisamente, en el clima social al respecto, con el documental 'The hunting ground' o la controversia que persigue al director Nate Parker por un juicio por violación cuando estaba en la universidad.

Su creadora, que no ha cumplido aún 30 años, explicaba lo que pretendía con esta serie diciendo que "no es la versión de "película de la semana" de 'Ley y orden' de esta historia. De verdad intentamos hacerlo auténtico y verdadero con respecto a lo que está pasando ahí fuera". Y en sus dos primeros capítulos se nota el esfuerzo por no trivializar un asunto tan serio como la "cultura de la violación" instalada en algunos aspectos de la vida universitaria, especialmente las fiestas en las fraternidades y los privilegios que tienen los deportistas.

Por ese lado, 'Sweet/Vicious' se estrena en un momento en el que se ha fomentado la conversación sobre estos temas (con cosas también como la parodia de 'Friday Night Lights' de 'Inside Amy Achumer' o la película 'Elle') y lo hace en una cadena, MTV, que de vez en cuando toma riesgos no tanto con la forma de sus series como con su fondo, con las cosas que trata. El riesgo aquí, además, no está solo en girar alrededor de agresiones sexuales en las universidades, sino en hacerlo con un tono de comedia negra.

Diversión sin frivolidad

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La trama de 'Sweet/Vicious' es sencilla. Jules es una estudiante, a simple vista, típica de cualquier película de universitarios; rubia, aplicada y miembro de una fraternidad femenina. Sin embargo, Jules lleva una doble vida, pues por las noches se disfraza de ninja y da unas soberanas palizas a chicos que han agredido sexualmente a compañeras suyas y no han recibido ningún castigo por ello. Una de esas noches conoce, por casualidad, a Ophelia, que es de buena familia y es una hacker brillante, pero que pasa su tiempo vendiendo marihuana y las respuestas para los exámenes más complicados.

Eliza Bennett y Taylor Dearden forman un gran dúo en 'Sweet/Vicious', que resulta muy entretenido de ver

Las vidas de las dos acaban unidas por un imprevisto (digámoslo así), y acaban formando equipo para hacer justicia por todas las estudiantes que han sido agredidas o humilladas en el campus. Y, lógicamente, el dúo formado por Jules y Ophelia es el sostén de toda la serie, y necesita dos actrices que lo hagan funcionar. Aquí, MTV sigue mostrando tener buen ojo a la hora de contratar intérpretes no demasiado conocidas para llevar el peso de sus series (como ya hizo con 'Faking it') y tiene una verdadera mina con la pareja formada por la inglesa Eliza Bennett y por Taylor Dearden, hija de Bryan Cranston.

Las dos tiene que alternar entre momentos un poco más dramáticos con otros ligeramente humorísticos (Dearden, en ese aspecto, demuestra dominar el arte de los comentarios mordaces), y despliegan una buena química juntas, algo imprescindible si vamos a estar viéndolas en pantalla muy a menudo. Están rodeadas de un plantel de secundarios que pueden dar juego (sobre todo el amigo de Ophelia en la tienda de discos), pero al final son ellas dos las que tienen que dar la medida de lo que puede ser la serie.

De momento, el tono está bastante logrado, pues es ligero y divertido sin frivolizar el tema que trata, y donde sitúa la serie su punto de mira es más en las instituciones, en las pobres respuestas de universidades y policía a las denuncias por violación que les llegan. Puede ser una interesante mezcla entre 'Veronica Mars', una historia de Batman (mencionado explícitamente en el primer capítulo) y una serie juvenil de MTV. De momento, 'Sweet/Vicious' tiene un gran potencial.

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