Las series españolas lo tienen muy complicado. Ellas quieren ser geniales, atractivas y reveladoras pero, muchas veces, ceñirse a nuestro prime time es una misión extremadamente difícil. Conseguir captar un target comercial, ajustarse a los tiempos de la parrilla, lidiar con la publicidad, con la contraprogramación... Para más inri, sufren la indiferencia de una parte del público. A muchos les gusta decir "las series españolas son..." y soltar una generalidad, como si todas las producciones las hiciera una misma y única persona.
Pero no. Estamos acostumbrados a hablar y conocer los nombres de los showrunners estadounidenses. Son los creadores de un producto y los que marcan las directrices del mismo. Es decir, guionistas que son también productores ejecutivos. ¿Un guionista al que se le escucha y hace caso? Y toma decisiones fundamentales. Lo nunca visto en el mundo del audiovisual. Ahora, este modelo empieza a calar en nuestra industria. Y el resultado son series más intensas, profundas y adictivas.
Javier Olivares y 'El ministerio del tiempo'
Seguramente, éste ha sido uno de los primeros nombres que los espectadores españoles han aprendido a asociar con el trabajo de creación de una serie. No hablamos de una productora, sino del nombre propio de un trabajador que construye esa querida ficción desde el minuto uno y aporta todo su mimo y su esfuerzo (como hacen siempre, vaya) pero que, además, consigue repercusión social por parte del público.
Su 'El Ministerio del Tiempo' ha sido mucho más que aire fresco. Ha sido la prueba de que los creadores españoles sí saben hacer otro tipo de productos, tocar otros géneros, trabajar con historias complejas y hacerlo con solvencia. Algo que, en realidad, todos ya sabíamos. O, al menos, los que nos preocupamos por conocer cómo se trabaja en ese mundillo.
Ciencia ficción en castellano, con nuestros propios héroes y las referencias históricas que sólo nosotros podemos trabajar, ilustrar y homenajear. Un fantástcico sentido del humor... mil y un ingredientes que han convertido a esta serie en todo un producto venerado y reverenciado con un gran masa de fans detrás que nos ha hecho soñar con otro modelo de ficción.
Bambú y su escalada
Una de las productoras de las que no podemos dejar de hablar es Bambú. Quien, como sabéis, recientemente ha conseguido un hito como es el de aliarse con Netflix para rodar la primera serie española de la VoD, 'Las chicas del cable'. Los nombres de Gema R. Neira y Ramón Campos se han hecho muy presentes. Son los rostros visibles de una de las productoras de moda, sí. Pero también los nombres de dos creadores de ficción que se han convertido en referencia para muchos.
La llegada de 'Gran Reserva' a TVE marcó un punto de inflexión. Apuestas que vinieron después como 'Gran Hotel' o 'Velvet' los han confirmado como unos maestros en trabajar las sagas familiares y las historias de época. Y siempre con un particular toque personal que hace de sus series productos inconfundibles.
Benítez y Gabilondo
'El Príncipe' supuso toda una revolución en la ficción actual. Y se coronó como una de las series españolas más vistas de las últimas temporadas. Apostaba por un tema polémico y controvertido pero totalmente de actualidad, una preocupación global de ésas que no nos permiten mirar hacia otro lado. Aitor Gabilondo y César Benítez fueron los responsables de crearla y sus nombres no han dejado de sonar con más fuerza desde entonces.
Algunos de los proyectos más llamativos de los últimos tiempos han venido de su mano, como 'El Caso' o la comedia 'Allí abajo'. En enero, Gabilondo fundaba su propia productora, para trabajar codo con codo con nuevos proyectos en Mediaset. La garantía de un buen guionista/creador/autor para conseguir los mejores resultados.
'La que se avecina'
Otro autor del que oímos hablar mucho es Alberto Caballero, quien ha conseguido hacer una de las series más atrevidas de la ficción de nuestro país. 'La que se avecina' ha sido acusada de muchas cosas y no gusta a todos pero, sin duda, no se le puede criticar que no sea original y apueste por recursos narrativos y fílmicos como no habíamos visto en el prime time nacional y generalista. El capítulo en el que se rompía la cuarta pared es solo un ejemplo.
Pau Freixas
Recientemente, ha terminado 'Sé quién eres', un thriller psicológico que ha hecho que todos los ojos se giraran hacia su creador, Pau Freixas. Se trata de una de esas series de autor que quizá no todo el público va a comprender o disfrutar, que requiere de ciertos manejos de las estructuras narrativas y de las formas veladas de sugerir la información. Por cierto, que Freixas ha estado en otros trabajos que también nos calaron como espectadores, como 'Los misterios de Laura' o 'Pulseras rojas'.
Álex Pina
Esta semana se ha estrenado 'La casa de papel' un interesante trabajo que nos llega de manos de otro creador que ha ido cobrando más relieve. El trabajo de Álex Pina para una producción como 'Vis a vis' llamó la atención de muchos (entre ellos, afortunadamente, del público) y ahora, con Vancouver Media, creada en noviembre, se lanza a la puesta en marcha de una historia que espera ser trepidante con esa única temporada en la que lo dará todo.
Las series actuales apuestan por historias más difíciles, densas, con varias capas y personajes con matices... Pero sobre todo, nos traen el reconocimiento de sus autores, unos creadores que son responsables de llevarnos hasta lo más alto cuando nos sumergimos en las secuencias de nuestra serie favorita y que no siempre gozan de la popularidad que merecen.
En ¡Vaya Tele! | Ocho series españolas que merecieron mejor suerte
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