Siete razones por las que Sin cita previa no ha tenido el éxito esperado

El pasado año se estrenó por todo lo alto en Estados Unidos la primera temporada de Private Practice o Sin Cita Previa, como alguien ha decidido titular en nuestro país. A priori, esta nueva serie lo tenía todo a su favor para triunfar. La cadena ABC apostó fuerte desde el principio del proyecto, y no era para menos si tenemos en cuenta que era el esperado spin-off de Anatomía de Grey, siendo esta última la serie más vista (junto a CSI) en tierras americanas. Además, jugaba con ventaja respecto a otros estrenos, puesto que el personaje central, Addison, ya era bastante conocido (y apreciado, todo sea dicho) por los espectadores y, de hecho, esta serie derivada ya se había presentado anteriormente en un capítulo de su serie original. Entonces, ¿por qué Private Practice no ha tenido éxito entre la audiencia americana?

1. Porque no es Anatomía de Grey El problema de presentarnos cualquier serie como "un spin-off de..." es que los espectadores se esperan algo parecido a la serie original. En el caso de Sin cita previa, si alguien se esperaba un "Anatomía de Grey 2", puede irse olvidando. Los temas médicos y los casos de cirugía que se trataban en la serie original han sido reducidos de forma radical en este spin-off, hasta tal punto que la acción tan sólo se traslada a un hospital en un par de ocasiones. En su lugar, han introducido una clínica privada en la que lo que menos parece importar son los clientes y sus problemas médicos.

2. Porque se toma demasiado en serio a sí misma Una pareja que resultan ser medio hermanos que quieren tener hijos, un atraco frustrado en el que deben asistir a una embarazada, una intervención a una chica con el fin de ocultar su pasado antes de se case con un desconocido en su país de origen, una adolescente con una enfermedad terminal que quiere quedarse embarazada... Sí, esos casos son sólo un ejemplo de lo que suele ser el "caso de la semana" en Sin cita previa. Si bien es cierto que está bien que de vez en cuando se planteen este tipo de dilemas, ya cansa que desde la serie prentendan dar, semana tras semana, lecciones de moralidad. Curiosamente, y en mi opinión, los mejores capítulos son en los que se plantean casos originales, como en el que unos niños cambiaron de color sin motivo aparente. A este tipo de casos suele recurrir a menudo Anatomía de Grey, y creo que Sin cita previa debería también ir por ese camino.

3. Porque Addison es una completa desconocida Cuando se anunció que se iba a hacer un spin-off de Anatomía de Grey y que su protagonista iba a ser Addison, todos pensamos que ella era perfecta para el papel por las características de su personaje. Por desgracia, nada más ver los primeros capítulos de Sin cita previa queda claro que Addison no es la misma que dejó el Seattle Grace el pasado año. Ya no es la cirujana tan segura de sí misma y ansiosa por llevar a cabo las operaciones para salvar a sus pacientes, y es que en Sin cita previa su personaje queda reducido a una versión descafeinada de sí misma.

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4. Porque el resto de personajes de la serie no enganchan Quizás otro de los puntos más flojos de Sin cita previa son los personajes que acompañan a Addison en cada episodio y que no acaban de conectar con la audiencia. Pete, al que en teoría los espectadores deberían querer emparejar con Addison, es un personaje soso y tremendamente prescindible. La pareja (o ex-pareja, según el episodio) formada por Naomi y Sam no parece aportar nada interesante a la serie, y eso que ella es la mejor amiga de Addison. Quizás los únicos que se salvan son Cooper, un pediatra adicto a ligar por internet, y Violet, su mejor amiga y a la vez psicóloga de la clínica.

5. Porque no aprovecha el tirón de Anatomía de Grey Lo más normal, si hablamos de una serie y su spin-off emitiéndose al mismo tiempo, es que tengan lugar pequeños crossovers o capítulos donde la línea argumental de ambas series se cruce. Si además la serie original es, junto a CSI, la más vista de la semana, el pensar en este tipo de capítulos es toda una obligación por la que no han tenido demasiado interés los responsables de Sin cita previa. Por suerte parece que se han dado cuenta de ello y ya están anunciando un capítulo con estas características para Febrero.

6. Por la huelga de guionistas La pasada temporada televisiva americana se vio tremendamente afectada por la huelga de guionistas que empezó en noviembre. Muchas series tuvieron que parar su emisión forzosamente por no disponer de nuevos episodios grabados, y Sin cita previa fue una de ellas. Justo cuando la serie comenzaba a coger ritmo, llegó el parón. El hecho de que la primera temporada de la serie conste tan sólo de nueve episodios no le favorece en absoluto.

7. Por su horario de emisión El miércoles no es el día ideal para emitir Sin cita previa en Estados Unidos. Si bien es verdad que no tiene demasiada competencia a tener en cuenta (salvo Mentes Criminales), que se emita tras Pushing Daisies y justo antes de Dirty Sexy Money no le beneficia en absoluto, y más si tenemos en cuenta que precisamente esas dos series están en peligro actual de cancelación. Por suerte para Sin cita previa, parece que la ABC se ha dado cuenta de su error y a partir de midseason emitirá la serie tras Anatomía de Grey los jueves. Si con esta medida la audiencia no sube, entonces es imposible que suba ya de otro modo.

¿Se irán solucionando estos problemas a medida que vaya avanzando esta segunda temporada? De momento el tema del horario parece que sí, al igual que el de los episodios ya que podremos ver una temporada completa, pero deberían mejorar también los demás puntos anteriormente mencionados si quieren llegar a alcanzar las espectativas inicialmente creadas sobre la serie.

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