'Scott & Bailey', el reverso británico de 'Rizzoli & Isles'

Está claro que los detectives han tomado al asalto la parrilla veraniega de la televisión británica. 'Luther' puede ser la más conocida en España, pero entre la BBC y la ITV han mostrado distintas variaciones alrededor de este género. El segundo canal, de hecho, ha anunciado la renovación por una segunda temporada de 'Scott & Bailey', serie detectivesca en versión policías de homicidios (o una unidad con sus mismas atribuciones) de Manchester que, para darle un pequeño toque diferenciador, está protagonizada por dos mujeres. Janet Scott y Rachel Bailey, a las que no han dejado de comparar por todos lados con 'Cagney y Lacey', tienen, por supuesto, diferentes personalidades y métodos de investigar un caso, pero son compañeras y confían la una en la otra, como debe ocurrir en toda serie sobre policías de caracteres contrapuestos que se precie.

Se podrían comparar con otro título detectivesco protagonizado por dos mujeres, en este caso de la cadena estadounidense TNT, como es 'Rizzoli & Isles', pero ambas series van buscando cosas diferentes. La segunda está impulsada casi exclusivamente por la química y la relación entre Jane Rizzoli y Maura Isles, y aunque Scott y Bailey tienen también una buena dinámica, ésta busca menos los toques cómicos y más algo un poco más real. Sus vidas personales están supeditadas al trabajo (algo que tienen en común con muchos otros policías masculinos de ficción), y en ese trabajo no están solas, y están supervisadas por una jefa que al final deja ver un lado un poco menos "de jefe".

A lo largo de los seis episodios que componen esta primera temporada, Scott, Bailey y el resto de sus compañeros del Equipo de Incidentes Graves investigan principalmente casos autoconclusivos, algunos mejor logrados que otros, y a la vez tenemos dos historias que se mantienen de fondo, cada una implicando a una de las protagonistas. Rachel Bailey, por un lado, tiene que lidiar con su novio, un abogado defensor que resulta estar lleno de sorpresas, y ante el que le cuesta actuar con calma; Janet Scott, por su parte, accede a ayudar a un antiguo compañero del colegio a resolver el asesinato de su hermana cuando aún era una niña. Estas dos subtramas terminan resolviéndose en los dos últimos episodios, involucrando también un par de historias personales y liando la madeja bastante para el cierre de la temporada.

Como decimos casi siempre que hablamos de series de policías, son sus personajes lo que termina enganchando, más que los casos que investigan. El retrato de la relación entre Janet y Rachel tiene más capas de lo que parece un principio, y aunque es juntas cuando resultan más interesantes, sus historias por separado tampoco se descuidan. La serie, creada por dos mujeres, es consciente de los sacrificios que se les piden a veces a las mujeres si quieren ascender en su carrera, sacrificios que no siempre se exigen a los hombres, y lo apunta en algún capítulo y, especialmente, en la figura de la jefa de la unidad, pero tampoco profundiza demasiado. Si 'Scott & Bailey' funciona, es por su dúo protagonista, al que da vida dos actrices que en los últimos tiempos han podido verse en 'Doctor Who', Suranne Jones y Lesley Sharp.

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