'Running Wilde', buena comedia a la que cortaron las alas

Esta temporada ha sido, por decirlo de alguna manera, interesante para Fox. Con unas cuantas iniciativas que no les ha terminado de funcionar, sobre todo por la activación de una noche de comedias para los martes, noche que le ha dejado un sabor agridulce. A series como 'Glee' se le unían dos nuevas comedias novatas, que se convertirían en la cara y cruz de sus martes, por lo menos a lo que a audiencia se refiere. La cara es 'Raising Hope' que se convirtió enseguida en una comedia a tener en cuenta y que se ha convertido en la revelación de la temporada, la cruz iba para 'Running Wilde', que no logró el favor de la audiencia.

'Running Wilde' es la historia de Steve Wilde (Will Arnett), un multimillonario cuyo padre es un magnate del petróleo que dirige Wilde Oil. Steve es ególatra, estrafalario y despreocupado pero que siempre ha tenido una espinita clavada con su antiguo amor de instituto, Emmy (Kery Russell), activista ecologista que vive en un bosque tropical junto con su hija Puddle (Stefania Owen) y su prometido "eco terrorista" Andy (David Cross). Así que con la excusa de un "autogalardón" a Humanitario del Año decide invitarla a ella para que vuelva a su vida. Completan el reparto Migo (Mel Rodriguez) y Mr. Lunt (Robert Michael Morris) los asistentes/mayordomos/sirvientes de Steve y Fa'ad (Peter Serafinowitz) su mejor amigo/rival en riquezas.

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Lo que más destaca de 'Running Wilde' son sus personajes. Will Arnett es un crack y aquí lo vuelve a demostrar. Peter Serafinowitz está, simplemente, enorme en su papel de Fa'ad, robando cada una de las escenas en las que sale. Y la dinámica entre estos dos ricachones es de lo mejorcito de la serie. La verdad es que Fa'ad merecería un spin-off para él solito. Keri Russell, a pesar de que al principio no la tragaba, ha demostrado ser una buena actriz y su Emmy no se ha quedado atrás en este gran elenco de personajes, a pesar de que representa el contrapeso algo sensato.

La verdad es que la cancelación por parte de Fox de 'Running Wilde' era de esperar. No es una comedia que conecte con el gran público, con un humor, a veces bastante absurdo, que se encuentra sutilmente engarzado en los diálogos. Diálogos que hablan sobre todo de la diferencia abismal entre los dos protagonistas principales. Riqueza y extravagancia contra sencillez e idealismo. Material que hoy en día es bastante delicado a la hora de realizar una sitcom, ya que no siempre puedes conectar con el público. Y no lo hizo, por eso la cadena la canceló y nos dejó a los que nos gustaba con ganas de más... menos mal que FX (cadena hermana) decidió darle una segunda oportunidad y emitió los episodios que quedaban de la serie, a pesar de que sus datos siguieron sin ser boyantes.

En su momento dije que 'Running Wilde' era un "quiero y no puedo", un leve intento por realizar una comedia pero que no terminaba de encontrar su sitio. Personalmente me reafirmo en este pensamiento de que la serie no ha terminado de sentirse cómoda consigo mismo a lo largo de la temporada. En mi opinión, tras los primeros episodios y una vez que te metes de lleno en la dinámica de la serie, 'Running Wilde' es bastante disfrutable y no puedes evitar divertirte con ella. Una buena comedia a la que le ha faltado un hervor para poder atrapar a las masas requeridas para una network.

En ¡Vaya Tele! | 'Running Wilde', un quiero y no puedo

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