Después de "resucitar" al Doctor Who tras 15 años en el limbo, la BBC ha repetido la jugada con Robin Hood, una serie de 13 episodios que se estrenó el pasado sábado en el Reino Unido con unos datos de audiencia muy buenos, superiores a los 8 millones de espectadores, si bien lejos de los 10 millones que logró reunir el Doctor Who en su regreso, hace dos años, con los rasgos de Christopher Eccleston. La última vez que el arquero de Sherwood se asomó a la pequeña pantalla fue entre 1984 y 1986, con Robin of Sherwood.
Esta versión para el siglo XXI está dirigida por Dominic Minghella, hermano de Anthony, director de El paciente inglés, y sus protagonistas son caras bastante desconocidas, empezando por su protagonista, el irlandés Jonas Armstrong (con cierto parecido a Jesse Spencer, el doctor Chase de House). Se ha prescindido de las célebres mallas verdes, optando por un vestuario medieval algo más realista, y se ha apostado por más acción, pasada por el filtro Matrix tan común en los últimos tiempos.
El resultado, aunque ha logrado una buena audiencia, no ha terminado de convencer a los críticos, que consideran que la serie no tiene muy claro el rumbo a seguir. El próximo sábado se verá si se equivocan, y el Robin Hood del siglo XXI mantiene el favor del público.
Vía | TV Squad, Organ Grinder