Dentro del mundo de la televisión, constituyen un submundo en sí mismas. Se trata de las "series corales". Muchos actores y actrices, muchas tramas entrecruzadas... con la idea de no haya actores, o personajes, de los que dependa excesivamente la trama ni el éxito de la serie.
Cuestión de Sexo es una de ellas. O al menos, lo es vocacionalmente, pero no de hecho. Porque en teoría sí, hay seis personajes principales (o tres, si tomamos cada una de las parejas como un personaje en sí mismo, o siete si incluimos a la hija adolescente que genera también unas cuantas tramas). Pero es una de esas series en las que un personaje marca completamente a la serie.
Pasa de vez en cuando, y aquí me parece que sucede de forma muy notable. Y es que Diego, el personaje interpretado por Guillermo Toledo, resulta claramente fundamental. De hecho, me atrevería a decir que ni siquiera es el personaje de Diego el que atrae el protagonismo, sino la interpretación de Guillermo Toledo.
Es curioso. Guillermo Toledo me fascina como actor cómico. Es uno de esos actores que, pese a interpretar siempre a un mismo personaje (porque el Diego de Cuestión de Sexo es enormemente parecido al Richard de 7 Vidas, que es a su vez enormemente parecido al Pedro de El otro lado de la cama... sí, ya sé que tiene más "vida actoral" fuera de estos papeles, pero sin duda éstos son los más populares), siempre me apetece ver.
¿Exagero? Quizás. Pero he intentado imaginarme cómo sería Cuestión de Sexo si a Diego, en vez de Guillermo Toledo, lo interpretara otro actor. Mismos guiones, misma estética, mismo todo... pero con otro actor. Y creo que no sería lo mismo.