Sin ser un gran éxito en cuanto a millones de espectadores, lo que no se puede negar es el tirón mediático y de fans que la serie Héroes tuvo en su primera temporada, y su multitudinario encuentro con sus seguidores en la última Comic-Con de San Diego así lo prueba.
El final de temporada no terminó de convencer a algunos espectadores (a mí no me convenció en absoluto), pero eso no quita para que, en conjunto, fueran unos primeros 23 capítulos entretenidos y, en general, satisfactorios. De hecho, para cuando Héroes llegó a su parón navideño, era de los pocos estrenos de la temporada que habían funcionado, y la NBC se encontró, por fin, con un éxito que podía exprimirse al estilo de lo que la ABC hace con Perdidos, que no olvidemos que en su primera temporada superó ampliamente los 20 millones de espectadores cada semana.
Sin embargo, desde el mes de mayo, los movimientos que su creador Tim Kring, y la gente de la cadena están realizando han empezado a provocar que algunos críticos crean que la serie está demasiado cerca de morir de éxito, intentando producir demasiadas cosas a la vez demasiado pronto. Es el punto de vista de los chicos de TV Squad, y no les falta algo de razón. Fue terminar la primera temporada, y ya comenzaron a inundarnos con nuevas novelas gráficas, el anuncio de un spin off, , la venta de los cuadros originales de Isaac Méndez, una gira mundial de algunos de sus protagonistas patrocinada por Nissan, la promoción exhaustiva del DVD de la primera temporada y un goteo constante desde junio sobre nuevas incorporaciones a la serie, con lo que su reparto se empieza a parecer al camarote de los hermanos Marx. En mi caso, al menos, cada vez que veo una nueva noticia sobre la segunda temporada, me echo a temblar.
Es cierto que, después de una primera temporada exitosa, siempre están los agoreros que acechan con los cuchillos afilados dispuestos a destrozar el volumen 2 incluso aunque sea mejor. Pero la preocupación va por otro lado, y es que la NBC y Kring se olviden de que lo que tienen entre manos es una serie de televisión, y no la nueva gama de juguetes que va a arrasar en Navidad (o el nuevo Rebelde, que para el caso, es lo mismo), y se centren en inundarnos con merchandising de todo tipo en lugar de preocuparse por mantener, y elevar, el nivel de la serie, que es lo que engancha a los fans, al fin y al cabo. George Lucas ya hizo eso con las precuelas de La guerra de las galaxias, pero él se lo podía permitir porque había tres películas previas que lo respaldaban. Esperemos que Héroes no siga el camino (en cuanto a calidad) de esas tres precuelas.
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