Todos tenemos nuestras series favoritas y lo más habitual es que conozcamos a varias personas con las que poder hablar y compartir nuestra pasión hacia ellas. Sin embargo, estoy convencido de que no soy el único que tiene un cariño especial hacia ciertas series sobre las que se habla mucho menos y resulta más complicado poder hablar de ellas en nuestro día a día. No es que sean nuestro pequeño secreto, pero a veces es la sensación que nos queda y eso hace que tengan un hueco especial en nuestro corazón seriéfilo. Eso es lo que me había sucedido a mí durante años con 'Psych'.
Hasta ahora he aprovechado toda ocasión que he tenido para recomendaros 'Psych', pero, por un motivo o por otro, nunca había dedicado un artículo íntegro a la serie de USA Network hasta que el miércoles os hice una selección de mis episodios favoritos. Por desgracia, el motivo para hacerlo es que 'Psych' llegaba a su final y hoy me toca hablaros de una despedida en la que ha sido fiel a todos aquellos aspectos que me hicieron amarla, aunque fuese consciente de esas limitaciones que siempre quiso trascender, aunque pocas veces lo lograse. No será un final que vaya a marcar un antes y después en la pequeña pantalla, pero lo que no puedo permitir es que vaya a caer en el olvido sin más.
'Psych' y las risas procedimentales
Son muchas las ocasiones en las que 'Psych' ha preferido sacrificar el interés del caso de la semana en aras de la experimentación, normalmente con fines puramente paródicos. Nada en contra de ello, ya que el encanto de la serie nunca ha estado en su capacidad para urdir apasionantes tramas criminales, sino en su jocoso acercamiento a una estructura televisiva con una tendencia demasiado agresiva hacia el drama intenso y un tanto mecánico. De hecho, hasta han abordado el hecho de que Shawn ya no era necesario al contar con una policía tan avispada como él --muy acertada Mira Sorvino-- conservando ese tono ligero que tan bien le ha sentado siempre a la serie.
En su último capítulo han estirado al máximo este punto, ya que el caso no era más que una excusa para incidir en la dificultad de Shawn para despedirse de su inseparable Gus, pero siempre con un enfoque cómico que nos ha dejado varios instantes tronchantes --Shawn ignorando al villano del episodio para aclarar la situación con Gus, el entusiasmo de Gus y su reacción posterior al descubrir lo que era realmente el presunto tesoro, etc.--.
Con todo, a nadie debería extrañarle que el caso se zanjase con cierta rapidez y siguiese la necesidad de dar un cierre emocional a las personas importantes en la vida de Shawn --su padre salvando la situación y sintiendo una gran alegría porque su hijo al fin ha recurrido a él para unos de sus casos-- que ya había tenido una presencia importante en los últimos capítulos. Es también por ello que ni lo más mínimo puede molestar que haya una vinculación tan fuerte entre el planteamiento de la misión a resolver y la vida de los protagonistas, un recurso demasiado utilizado por los procedimentales, pero que en 'Psych' prácticamente siempre se había esquivado.
Una buena despedida
Bastante ingenioso ha sido el recurso utilizado para equiparar la despedida de la serie con la de Shawn marchándose y dejando unos vídeos en los que explica sus sentimientos a los más cercanos que se van a quedar en Santa Barbara. Y han conseguido integrarlo de una forma sutil para sorprendernos en el proceso, demostrando hasta buen gusto para las pequeñas dosis de fan service --la decisión de Lassiter de destruir el dvd justo cuando Shawn iba a confesarle que en realidad no es un psíquico-- necesarias para dejar a todos los fans con un buen sabor de boca ante algo tan triste como una aparente despedida para siempre --yo estaría encantado con que hiciesen una película de aquí a unos años, sobre todo si consiguen dar forma a esa idea sobre viajes en el tiempo que comentaron en el especial que se emitió tras la series finale--.
Sin embargo, 'Psych' ha sido siempre una serie que se ha apoyado en el dúo dinámico formado por Shawn y Gus, por lo que era su separación, a la que se alude en el título del episodio, la que realmente iba a ser la clave, y han sabido manejarla a las mil maravillas, primero con las divertidas dudas de Gus para ir en busca de su socio y amigo para tener una despedida como dios manda y después con una solución algo más convencional para el abrazo a cuatro --algo forzada la presencia de Karen, pero se entiende que la serie haya querido darle un cierre mejor a que simplemente se mude a trabajar a otro sitio-- final en el que tampoco han querido dejar de lado la comedia al tener lugar en la escena de un crimen.
En resumidas cuentas
'Psych' se ha ido por la puerta grande con un último episodio en el que ha conseguido equilibrar todas las cartas que ha querido o necesitado utilizar para poner punto y final a una serie que aún no entiendo el motivo de que haya pasado tan desapercibida en líneas generales. Comedia de la buena que encima ha sabido girar hacia lo dramático, emocionante o incluso terrorífico en función de la ocasión. La echaré de menos.
En ¡Vaya Tele! | Los mejores episodios de 'Psych'
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