Kara Starbuck puede sobrevivir a la más terrible de las explosiones, derribar a seis cylon en un abrir y un cerrar de ojos, atreverse a romper las normas de su comandante. Puede pegar fuerte con sus guantes de boxeo, sonreir con un cuchillo en la boca, degustar un puro cuando el mundo se hunde y la guerra es una guerra por la supervivencia. Pero no puede olvidar su pasado, porque la memoria de lo que hizo la persigue allá donde va, resuena por las calles desiertas de Nueva Caprica, aparece en sus sueños, susurrando su secreto.
Ella sabe porqué ocurrió. Sólo ella sabe quien tuvo la culpa. Su error trajo la muerte a la nave Galáctica, pero su silencio hizo que se quebraran relaciones que jamás tendrían que romperse. Guardando su secreto creó una mentira, y con ella cambió las vidas de los que más quería. Se despierta por las noches con ganas de decirle a alguien la verdad. Y ya se le ha borrado del rostro la actitud irreverente. Un gesto de impotencia, las lágrimas deslizádose por las mejillas, empapando el cojín. Contará su secreto a la oscuridad, con la esperanza secreta de que alguien la oiga y se pueda librar de la culpa.
Hasta que no lo sueltes, el secreto te va a quemar en la garganta. Manos ardiendo agarrándote por el cuello cada vez que vez que veas a otro creyendo en tu mentira. Puedes intentar enterrar un secreto pero siempre encontrará la forma de resucitar. No hay lugar lo bastante oculto como para esconder algo por lo que te sientes culpable. Dentro de ti sabes que no te mereces salirte con la tuya. Allá donde mires encontrarás un detalle que te delatará, una pieza del puzle que no encaja, la mirada de Starbuck reflejando la verdad.
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