¡Peligro Spoiler!: La siguiente entrada contiene spoilers (revelaciones sobre la trama) de la sexta temporada de 24. Léela bajo tu propia responsabilidad.
El cobarde y corrupto Charles Logan no es, por así decirlo, el personaje más querido de 24. De hecho, podríamos decir que es justamente lo contrario. Pero eso no significa que tras él no haya una lección. Él nos ofrece, en su regreso en la sexta temporada, la oportunidad de perdonar: el regalo más hermoso que puede dar el hombre después del amor. Con aspecto cansado y una barba impropia de un ex-presidente, se arrodilla ante ti pidiendo su redención. Es tu decisión darle el perdón o seguir castigándolo por los crímenes que cometió. Jack Bauer lo tiene claro. ¿Qué vas a elegir tú?
Podría parecer que entregarle el perdón va a ser un acto de injusticia, pero el único acto injusto es no dárselo. Injusto para ti. Mientras sigas sin perdonar, el esfuerzo constante del odio permanecerá sobre ti como una losa. No se puede odiar sin más. El odio es un estado que requiere la determinación de recordar lo que te hicieron y maldecir cada uno de los huesos de tu pasado. El odio necesita dedicación. El perdón, en cambio, te libera del peso del dolor.
El perdón, ya sea si lo recibes o si lo entregas, siempre resulta un descanso. Sin él, lo único que existe es el fuego de la venganza. Una furia en la que puedes quemar tu propia vida y reducirla a cenizas si no te das cuenta. "Ya no soy el hombre al que odiaste, Jack", le espeta Charles Logan cuando éste le recuerda que él organizó el complot para matar al presidente. "¿Podrás vivir con ello?" Jack lo observa sin saber qué hacer. Su sed de venganza ha dejado de tener un motivo. El villano ha desaparecido, y sin él no puede existir el héroe. Castiga y sigue sufriendo. Perdona y podrás cerrar los ojos en paz.
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