'Person of interest', un seductor juego de espías

Hay ocasiones en las que después de ver los primeros capítulos de una serie que aparece con gran potencial deseamos que su equipo sea consciente de ello y actúe en consecuencia. A veces tenemos que esperar la llegada de una nueva temporada para ver los primeros resultados pero en otras ocasiones tenemos la suerte de observar esta evolución en un mismo curso, algo que, incluso puede llegar a ocurrir en la primera temporada de esa ficción. Algo así es lo que ha sucedido con ‘Person of interest’, la serie de la CBS que ha ido in crescendo a lo largo de su primera temporada en antena.

Los dos últimos capítulos de ‘Person of interest‘ son una muestra de cómo ha evolucionado la serie y lo que puede llegar a ofrecernos cuando su trama seriada se entremezcla con varias historias autoconclusivas interesantes, toda una declaración de intenciones de cara al futuro. El final de ‘Person of interest’, dos capítulos llenos de adrenalina, solo ha sido la guinda de una temporada llena de grandes momentos, que tiene su punto de partida en la química que ha desprendido la pareja protagonista desde el primer minuto en que se vieron las caras.

Un vistazo a…
ENFOQUE PROFUNDO Y LENTES PARTIDAS

Reese y Finch, la pareja perfecta

Lo comenté al principio de la temporada y, como ha sido una constante que se ha mantenido durante el resto de capítulos, debo repetirlo. El gran atractivo de ‘Person of interest’ se encuentra en sus principales protagonistas, dos personajes carismáticos que conectan con precisión en el puzzle de la serie. Sus enigmáticas vidas y el trabajo de sus actores hace que podamos disfrutar de cada uno de sus episodios viendo cómo mantienen esa especial relación en torno a cuidar de la seguridad de aquellos que se encuentran en peligro.

Podemos decir que Reese y Finch se han convertido en una pareja perfecta, bien sincronizada y complementada en la misión que tienen por delante. Tan acertada ha sido su aparición en la escena de la ficción internacional que su relación cuenta con todos los ingredientes para convertirse en uno de esos dúos que consigue pasar a la historia de la televisión, aunque todavía es pronto para afirmarlo. Un pasado turbio donde escarbar, una relación basada en la desconfianza y en la dependencia mutua que surge con cada nuevo trabajo y un ambiente lleno de secretos hace que nos deleitemos con cada episodio.

La unión de Finch, el experto en tecnología que siempre guarda un as en la manga, y Reese, el nuevo chico duro de las series de acción que no tiene nada que envidiar al mismísimo Jack Bauer, se ha convertido en uno de los aciertos que hemos disfrutado durante toda la temporada televisiva que ya acaba. Tampoco nos podemos olvidar del plantel de sencundarios, con la detective Carter y el agente Fusco a la cabeza, dos personajes que han estado a la altura de sus compañeros, pese a que durante toda la temporada han jugado con ellos y han permanecido engañados. Si al principio de la temporada echábamos de menos algún secundario más, este elemento se ha ido solucionando con la llegada de los nuevos capítulos, en los que hemos visto a nuevos personajes que se han mantenido en la historia (una pena el destino de Alicia Corwin en el último capítulo, personaje del que también podríamos haber disfrutado mucho en el futuro).

Un giro de tuerca al género procedimental

La base de ‘Person of interest’ se mantiene en el género procedimental, aunque en esta ocasión encontramos una nueva premisa, original y fantástica, que le devuelve algo de la chispa que este tipo de ficciones ha perdido con el transcurso de los años. El punto de partida hace que la incógnita se encuentre un paso antes que en la mayoría del resto de procedimentales, poniendo el foco de atención en esa muerte que está a punto de ocurrir y de la que sólo sabemos la identidad de la persona que se convertirá en víctima o agresor del asesinato. Las historias que nos han presentado hasta la fecha han intentado sorprendernos y muchas de ellas lo han conseguido, guardando un as en la manga para el final u ofreciendo interesantes giros de guión a lo largo del episodio. Algunas historias, como la que ha cerrado la temporada, nos han mostrado que la máquina creada por el señor Finch también puede ser manipulada, algo con lo que probablemente jugarán en el futuro.

Es cierto que la serie también ha mostrado algunas lagunas, sobre todo en lo referente al funcionamiento de la máquina. Son muchas las preguntas que nos surgen después de descubrir los pocos aspectos que conocemos de esa gran máquina que espía a todo el mundo y alerta de crímenes que se van a cometer. Por ejemplo, ¿no os parece que el número de futuros asesinatos son escasos si tenemos en cuenta que es una máquina que espía a todo un país? ¿Se trata de un fallo de la serie o de una estrategia de Finch que aún no conocemos? Quizá por lo difícil que resulta que nos creamos el funcionamiento de la dichosa máquina lo mejor que podemos hacer ante ‘Person of interest’ es asimilar su propuesta, el camino más rápido para disfrutar de la ficción.

La trama seriada de ‘Person of interest’, ésa que comenzó tímidamente y que poco a poco ha ido ganando peso y atractivo, ayuda a olvidarnos de las preguntas que comentaba anteriormente. Y, si tenemos en cuenta todo lo que queda por resolver, podemos esperar una segunda temporada que mantenga el nivel (o incluso lo supere) visto esta temporada. También queda pendiente observar cómo se resuelve esa última escena , en la que Reese contestaba la llamada de una cabina de teléfonos después de preguntarle a la máquina, vía cámara de tráfico, por el paradero del señor Finch. Sinceramente espero que esto no signfique lo que a priori podríamos pensar (que la máquina tiene vida propia como para ponerse en contacto con ellos), porque estarían jugando con una ida de olla que quizá le restaría (más) credibilidad a la ficción. De momento, si continúan con el juego de espías, con los engaños y mostrándonos algunas imágenes del pasado, a mí me tendrán contento una temporada más.

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