'Outcast' quiere ser una de la series del verano. Los responsables de Cinemax confían en ella por varias razones: se trata de la adaptación de un cómic, una de las tendencias que la ficción televisiva ha abrazado con mayor entusiasmo; y supone una nueva inmersión televisiva de Robert Kirkman, precisamente, creador del cómic.
La expectación respecto a la serie puede ser explicada con un hecho de esos de estrategia marketera: aunque la serie se estrena el 3 de junio (el 6 en España), Cinemax ha decidido mostrar su piloto a través de Facebook Live, una herramienta a la que parece que nos vamos a tener que acostumbrar y bastante. Por eso, ya hemos podido ver la premiere y, por eso, ya podemos comentarla.
Lo que quiere un demonio
'Outcast' es oscura y opresiva, ingredientes imprescindibles para su trama: Kyle Barnes es un hombre al que los demonios atormentan. Bueno, a él no, a los que le rodean, algo que no hace que su vida sea precisamente fácil. De hecho, Kyle vive bastante deprimido y atormentado hasta que, como debe de hacer el héroe de toda historia, decide afrontar el problema de cara.
El caso es que el pasado tiene un peso fundamental en la historia (esperemos que sólo el necesario, porque las historias se construyen hacia adelante, no hacia atrás). No sólo hemos vislumbrado flashbacks de su niñez, en la que su madre fue víctima de una posesión, sino también de su vida adulta, cuando quería llevar una existencia feliz que los demonios, otra vez, impidieron.
Y aún nos falta saber más. Sobre por qué sucede todo esto. Por qué los demonios acechan a Kyle, toman el hálito de su boca, temen su sangre. Y sobre lo que hizo por su hermana, y su hermana por él, como nos ha sembrado el piloto con ese tipo de frases que generan expectación pero que se pueden convertir en un arma de doble filo.
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