Si algo dejó patente la segunda temporada de 'Once upon a time' era lo perjudicial que resultaba la ausencia de un personaje malvado claro que amenazara la vida de los habitantes de Storybrooke. Ni Regina ni Cora habían conseguido convertirse del todo en ese maléfico personaje que intensificara los conflictos vividos por los personajes. Esto hizo que, junto con la progresiva pérdida de interés de la mayoría de sus flashbacks, la segunda temporada de la serie no consiguiera estar al nivel de la primera y perdiera gran parte del potencial con el que llegó a la televisión.
Quizá por esto, lo vivido en el inicio de la tercera temporada alejó las tramas de los mundos que hasta ahora conocíamos, para centrarnos en las tierras de Nunca Jamás y presentarnos a Peter Pan como nuevo villano. Parecía que la ficción iba a corregir sus errores pasados con un tramo que se desligaba de lo vivido anteriormente. Lamentablemente, los episodios centrados en este nuevo mundo también se fueron deshinchando por el camino, sin llegar a conseguir lo prometido. Y es que, no ha sido hasta la llegada de Zelena cuando 'Once upon a time' ha vuelto a recuperar el ritmo, encontrando en este verde personaje un antídoto para un maleficio que comenzaba a durar demasiado tiempo.
Así, con la aparición de Zelena sí que se ha conseguido aprovechar el vacío extendido en cuanto a maldad se refiere, situándolo como un personaje a quien temer, dispuesta a todo para llevar su venganza. Ha sido positivo encontrar un personaje sin vinculaciones emocionales de peso que jugara el rol de antagonista absoluto, una decisión que ha hecho crecer el interés que ha mostrado 'Once upon a time' durante esta temporada. También gracias a ella en gran medida se ha conseguido superar el bache de la primera mitad de temporada, que fue de más a menos convirtiéndose en una de las decepciones del año.
Una temporada partida por la mitad
La tercera temporada de 'Once upon a time' ha quedado dividida en dos, no solo en cuanto a episodios y tramas se refiere, adecuados a ese parón vivido en mitad de su emisión, sino también en interés y expectación de la misma. Por un lado, hemos vivido en Nunca Jamás un conjunto de tramas que no han conseguido entusiasmar y que han perdido su interés a medida que avanzaban los episodios. La inclusión de Peter Pan como personaje malvado apuntaba maneras, quizá por su desvinculación con el resto de personajes, algo que se fue desmontando con el avance de la historia.
La unión de todos para salvar a Henry o el descubrimiento de que Peter era en realidad el padre de Rumpelstiltskin fueron algunas de las decisiones que no sentaron demasiado bien a la ficción, sobre todo esta última, en la que vivimos otra relación generacional entre personajes con edades cambiadas. Se trataba de algo parecido a lo que ocurre con Emma y sus padres al aparentar casi la misma edad y al dar como resultado una relación que no termina de ser convincente. A estos elementos teníamos que unir la pérdida de atractivo que tuvieron los flashbacks del inicio de la tercera temporada, que comenzaban peligrosamente a dar vueltas sobre sí mismos sin ofrecer nada que mereciera la pena.
En este punto, es interesante recordar 'Perdidos' como ficción en la que se asienta 'Once upon a time' a la hora de desarrollar sus flashbacks. La serie que causó furor entre los seriéfilos también vivió un agotamiento de la fórmula centrada en recordar historias pasadas mediante flashbacks, lo que llevó a tener que reinventarse a final de su tercera temporada. En esta ocasión, 'Once upon a time' ha vivido un desgaste más rápido, con una fórmula que, también en su tercera temporada, ha dado síntomas de estar muy agotada. En este sentido, el salto temporal y el reinicio de la historia pudo regalarnos algo fresco que devolvía a la ficción parte de la magia perdida por el camino.
Ha sido el salto temporal de un año, la nueva pérdida de memoria y la aparición de Zelena como mala malísima los tres elementos que han fortalecido a 'Once Upon a time' en la segunda mitad de su tercera temporada. Los flashbacks comenzaron a centrarse en parte de la historia que en ese momento desconocíamos y que rellenaba los huecos que de nuevo volvían a tener los personajes. Como decía al principio, la aparición de una nueva reina malvada ha conseguido devolver el interés por el conflicto, creando una nueva amenaza que esta vez sí ha estado a la altura de las circunstancias. Tanto la motivación de Zelena para llevar a cabo su plan, esa envidia que tiñó su piel de verde, como su plan para vengarse cambiando el pasado tenían la suficiente fuerza para que depositáramos de nuevo las esperanzas en la ficción.
Ayudó colocar a Rumpelstiltskin bajo las órdenes de Zelena pese a que para ello nos engañaran de nuevo con una muerte que se solventó con algo de magia y que mataran (espero que esta vez de verdad) al personaje de Bale. Los episodios a partir de entonces transcurrieron entre esa lucha por descubrir lo que ocurría y más tarde destruir el plan de Zelena. Ha llamado la atención la absurda lógica de algunas decisiones llevadas a cabo por algunos personajes a la hora de enfrentarse a Zelena, como creer que enfrentarse a ella con una simple espada daría resultado incluso después de salir escaldado anteriormente. De decisiones poco acertadas saben mucho los personajes de Storybrooke, que provocan que los consideremos menos inteligentes de los que le gustaría a los creadores de la serie.
Regina, protagonista absoluta
La segunda mitad de la temporada ha servido para que corroborásemos eso que ya intuíamos en el pasado: Regina es la gran protagonista de 'Once upon a time'. Ella es uno de los personajes que más evolucionado, que más seduce de cara a los espectadores y que consigue acaparar el protagonismo. Le ha ayudado que, de nuevo, el personaje al que se han enfrentado tuviera vínculos familiares con ella, pero esa decisión solo demuestra la capacidad que tiene Regina para hacerse con la serie, formando parte, junto con Rumpelstiltskin, de una pareja que consigue acaparar toda la atención cuando se lo propone. Se confirma que 'Once upon a time' es una de esas series donde los protagonistas quedan eclipsados por otros personajes.
Esta es la razón por la que nos sentimos más identificados con Regina, un hecho que se ha intensificado con la manera en la que su personaje se ha despedido de la tercera temporada. La ruptura de su final feliz, de nuevo por una decisión de quien se supone que es del bando bueno, hace que entre en una nueva etapa en la que esperamos que no sienta los mismos remordimientos hacia Henry a la hora de mostrar su enfado. Es el resultado de ese conflicto el aspecto que más llama la atención de cara a la cuarta temporada y probablemente el anzuelo perfecto para que muchos continúen con la serie un año más. También queda por ver cómo evoluciona Rumpelstiltskin, después de engañar a Bella una vez más y tener las riendas de su destino. De nuevo son los personajes oscuros los que consiguen levantar pasiones en 'Once upon a time'.
LLega la era del frío
La tercera temporada terminó con un capítulo doble que bien podría haber servido como final definitivo para la serie. En él la historia ofrecía una nueva cara dando lugar al desarrollo de una trama que comenzó y terminó en ese mismo episodio. Emma y Garfio se adentraban en el pasado para vivir parte de las historias que vivieron sus series queridos, en un episodio que no tuvo nada que envidiarle a la saga de 'Regreso al futuro'. Gracias a él, Emma se sintió parte del universo del resto de personaje y decidió quedarse en Storybrooke aunque su viaje de retorno trajo consigo algunas consecuencias que veremos de cara a la temporada que viene.
Una vez más 'Once upon a time' utilizó su último capítulo para presentar sus credenciales de lo que veremos el curso que viene. A lo comentado anteriormente hay que añadir la aparición de un nuevo personaje en el juego, cargado de expectación debido a la reciente explotación que ha vivido por la factoría Disney. Se trata de Elsa, la princesa de 'Frozen' que apareció en Storybrooke tras la vuelta de Emma y Garfio de su accidentada visita al pasado. Su inclusión en la serie es una decisión acertada que expande aún más el amplio universo ofrecido por 'Once upon a time', que vivirá el año que viene una época de frío que esperamos que sepan aprovechar como la segunda mitad de esta desigual tercera temporada.
En ¡Vaya tele! | 'Once upon a time', perdidos en Nunca Jamás
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