Por mucho que las networks intenten levantar el primetime de los viernes, actualmente lo peor que le puede pasar a una serie es ser movida a ese fatídico día. Pero no siempre fue así. Muchos de los títulos que ahora recordamos de nuestra adolescencia se emitieron en viernes con unas audiencias que la mayoría de series actuales no consiguen ni oler, y una de ellas es ‘Vivir con Mr. Cooper’.
La noche de los viernes en ABC durante los noventa la ocupaba un espacio de comedia llamado TGIF (Thank god is Friday, gracias a Dios es viernes). En ese espacio que ocupaba el primetime de ese día, se emitían algunas de las sitcom que ahora consideramos clásicos, como ‘Cosas de Casa’, ‘Padres Forzosos’, ‘Primos Lejanos’ o esas series simpáticas que todos hemos visto y recordamos con cariño como ‘Dinosaurios’ (¡Tu no mami!), ‘Yo y el Mundo’ o ‘Sabrina, cosas de brujas’.
Mark Curry era un comediante cuyo primer papel importante fue como el protagonista de la serie nostalgia que nos ocupa hoy. Interpretaba a Mark Cooper, un exjugador de baloncesto que acaba como profesor sustituto y entrenador en un instituto de Oakland. Una amiga suya de la infancia, Robin (Dawnn Lewis) comparte casa con Vanessa (Holly Robinson) y Cooper se muda con ellas ya que necesitan un tercer inquilino para pagar el alquiler. Ya en la segunda temporada, Dawnn Lewis abandonó la serie y se incorporaron Saundra Quarterman y Raven-Symone como Geneva, la prima de Cooper, y su hija Nicole. Ah, y no me olvido del cansino vecino Tyler. Siempre tiene que haber un vecino.
La 2, el hogar de las comedias
‘Hanging’ with Mr. Cooper’ estuvo en antena cinco temporadas, desde septiembre del 1992 hasta agosto del 1997. Televisión Española fue quien la emitió en España en un hueco que tenía mucho que ver con ese TGIF de la ABC, y es que era alrededor de las 21:30h cuando La 2 hacía hueco a este tipo de comedias americanas. Ahora esto lo consideraríamos access Primetime, pero por aquel entonces era el pistoletazo de salida del horario de máxima audiencia, justo cuando el espectador está terminando de cenar.Era en esa noche de sitcoms cuando La 2 emitía clasicazos como ‘Infelices para Siempre’ o ‘Matrimonio con Hijos’. Estamos hablando de series que se emitían a mediados-finales de los noventa, y no eran series de las que se hablase al día siguiente con los colegas en el instituto (además de que eran sitcom que no se prestaban a ello), pero con el tiempo han cogido la dimensión que de verdad tenían en la época y hay generaciones enteras que no se perdían ni un solo episodio de las aventurillas de Cooper (ni tampoco ninguna de las aplaudidas apariciones de Nikki Cox).
Comedias de familia desestructurada, eterno planteamiento
Volviendo a ‘Vivir con Mr. Cooper’, se trataba de una comedia muy hija de su tiempo que seguía a rajatabla el formato de la época: pocos escenarios (prácticamente todo ocurría en la casa), pocos personajes, público en directo, multicámara… Y también muy hija de su tiempo en cuanto a sus referentes, con todas aquellas exitosas sitcoms de familias afroamericans donde el enredo y los equívocos eran los protagonistas, como ‘Cosas de Casa’ o ‘El Príncipe de Bel Air’.Cooper y compañía no tenían mucho. Él era un listillo que siempre quería salirse con la suya, la pequeñaja Nicole siempre acababa metiéndole en problemas, Geneva era como la madre de todo el mundo y Vanessa la tontita de turno que siempre tuvo esa tensión sexual con Cooper, algo que resolvieron de forma atropellada en la última temporada, en la que se convirtieron en pareja.
La sobreactuación y el humor blanco estaban a la orden del día pero hasta vista ahora, ‘Vivir con Mr. Cooper’ apoyaba tanto su personalidad en el carismático y divertido Mark, que es probable que en algunos aspectos siga funcionando. Es algo que no creo que me atreva nunca a probar; estas series en las que el factor nostalgia es tan importante casi es mejor dejarlas estar en la mayoría de los casos.
Despidamos este homenaje con ese característico opening. La serie tuvo tres canciones e intros distintos en sus cinco años de vida, pero la más característica es sin duda la primera, mucho más tirando a lo sensi, con una canción muy pegadiza. La versión de ‘Soul Man’ que hicieron para la segunda temporada, con esos créditos más convencionales de sitcom de los 90 estaba bien, pero no decía aquello de... CoooooooOOOooooOOOOOoooper!
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En ¡Vaya Tele! | Nostalgia TV
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