Spike Lee presentó hace unos días —y con éxito— en el 71º Festival de Cannes su última película, 'BlacKkKlansman', sobre un policía negro infiltrado en el Ku Klux Klan. Toda una sorpresa ya que hacía bastante tiempo que su trabajo no obtenía relevancia festivalera; eso no significa que no haya estado ocupado. Lo ha estado y mucho gracias a Netflix, el mejor amigo del festival francés —leáse con ironía—.
Y es que el ganador de un Óscar de Honor en 2015 estrenó el otoño pasado en Netflix la serie 'Nola Darling', adaptación en formato serie de la que fuera su primera y aclamadísima película, 'She's Gotta Have It' (1985). Ya prepara una segunda temporada de este experimento que sigue la línea nostálgica de Netflix pero, en esta ocasión, para ese público formado por cinéfilos empedernidos y raros, amantes de los comienzos del cine indie norteamericano.
Lee convierte a su heroína ochentera en una guerrera del siglo XXI, y revisita la misma historia que nos contó entonces, a lo largo de 10 capítulos, sin perder un ápice de la fuerza y modernidad que tenía entonces. Porque, lamentablemente, seguimos luchando contra la misma mierda —con perdón—.
La nueva 'Nola Darling' se adapta a los tiempos de la era Trump y nos habla del empoderamiento femenino, #BlackLivesMatter, la libertad sexual y la defensa del arte y la cultura en unos tiempos díficiles para la poesía.
'She's Gotta Have It': los orígenes
En 1986, Spike Lee estrenaba su ópera prima, 'She's Gotta Have It', una comedia con tintes de drama que había rodado el verano de 1985 en tan sólo dos semanas y con un rídiculo presupuesto de 175.000 dólares. Rodada en el entonces marginal Brooklyn y en blanco y negro, la película fue todo un fenómeno en su momento.
Puso Brooklyn en el mapa, dio voz a más cineastas afroamericanos y fue uno de los títulos, junto a 'Extraños en el paraíso' de Jim Jarmusch, que dio el pistoletazo de salida a un nuevo movimiento: el cine indie. El debut de Lee terminó recaudando más de 7 millones de dólares en Estados Unidos y convirtió al cineasta en uno de los jóvenes directores a seguir.
La fascinación era obvia y es que 'She's Gotta Have It' era totalmente fresca y lanzaba un poderosísimo mensaje feminista sobre la liberación sexual de la mujer —más concretamente de la mujer afroamericana— y su necesaria existencia en el mundo. Un viaje al autodescubrimiento de un personaje divertido, comprometido, artístico y sí, repito: muy libre.
En la película, Nola Darling, una joven artista afroamericana que vive en Brooklyn, ha encontrado en tres hombres distintos todo lo que necesita de una pareja. Todo a su alrededor le indica que tener tres amantes terminará en tragedia, pero ella se niega a renunciar a alguno de ellos. La cinta la protagonizaron Tracy Camilla Johns, Redmond Hicks John Canada Terrell y el propio Spike Lee.
El éxito de 'She's Gotta Have It', además de su innovador mensaje, residía en su forma provocadora y divertida así como en la naturalidad con la que sus personajes hablaban a cámara y se movían en escena, dando la sensación de estar contemplando un documental más que un largometraje de ficción. Y todo ello dio como resultado un interesantísimo retrato, a veces experimental el momento musical a color en el parque- sobre la sociedad de mediados de los 80 en Estados Unidos.
La Nola Darling de entonces se sentía libre y poderosa, y sobre todo, tenía la convicción de que nadie —mucho menos una pareja— podía decidir sobre su vida excepto ella.
La nueva Nola Darling: igual de libre y divertida, menos espontánea
La nueva versión de Nola, interpretada por la guapísima DeWanda Wise —que tendrá su gran entrada en Hollywood con 'Capitana Marvel'—, no difiere mucho de la original: es joven, artista, siente que su cuerpo es suyo y, como todas las mujeres de cualquier época, debe enfrentarse al mansplaining, el acoso y que la llamen puta por salir con tres hombres a la vez.
Porque sí, Nola Darling sale con tres hombres al mismo tiempo: el divertido (Anthony Ramos), el seductor (Cleo Anthony) y el exitoso e intelectual (Lyriq Bent). Como a la Darling de los 80, la combinación de los tres le hace sentirse en un relación completa y satisfactoria. Un concepto, el del poliamor, que no se entendía ni se aceptaba entonces y que, más de 30 años después, sigue más o menos igual.
A Nola pronto le llegan las preguntas y exigencias por parte de sus parejas, a pesar de que ella siempre dejó claro lo que había: si querían estar con ella, tenían que aceptar que tuviera otras relaciones. Lee se burla del sentido de posesión en la pareja, construyendo unos personajes masculinos rídiculos, al igual que denuncia los comportamientos machistas que, de nuevo, mucho tienen que ver con la creencia de que la mujer es el sexo débil y pertenece al hombre.
Y aunque todo suene a muy serio, lo mejor de la versión televisiva, al igual que su predecesora, es que lo narra con un tono de comedia muy especial, sin temor a ponerse serio cuando toca —y toca en más de una ocasión—. Sin embargo, a pesar de que se adapta muy bien a nuestros tiempos, a la serie le falta algo: la frescura, la espontaneidad que desbordaba la película de 1985, y ese espíritu de cine urgente.
Los temas recurrentes en el cine de Spike Lee
Si habéis visto más de una película de Spike Lee sabréis que todo su cine trata los temas que más le preocupan, le incumben y forman parte de su vida. Afroamericano tremendamente comprometido política y socialmente, el trabajo de Lee siempre ahonda, de una forma u otro en el racismo, la pobreza, el crimen urbano y el papel que ocupa la cultura afroamericana en la sociedad estadounidense.
'Haz lo que debas' ('Do The Right Thing', 1989), 'Malcolm X' (1992), la semiautobiografía 'Crooklyn' (1994) o 'La última noche' ('25th Hours', 2002), son clara muestra de ello. Su ópera prima, 'She´s Gotta Have It', asentó las bases de sus intereses y, sobre todo, de su particular sentido del humor a la hora de tratar temas complejos y tan cercanos al propio Lee y su entorno.
Aunque 'Nola Darling' carece de la frescura de su predecesora, este experimento que ha unido a Spike Lee con Netflix funciona por su perfecta adaptación a nuestros tiempos, que lamentablemente no han cambiado tanto. Las mujeres siguen luchando contra la desigualdad salarial, la libertad sexual y el total dominio de sus cuerpos sin ser juzgadas por ello. Y mientras quede tanto por conseguir, seguirán siendo necesarios personajes como Nola Darling.
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