'Por trece razones' ('13 reasons why') está renovada por una segunda temporada. A finales de la pasada semana Netflix hizo oficial lo que días antes ya se había hecho público haciendo caso omiso a las polémicas y controversias que ha suscitado la serie. Una decisión que desde el punto de vista de la industria del entretenimiento tiene todo el sentido del mundo al ser la serie con más ruido en redes sociales de este año y de la que todo el mundo habla tanto a favor como en contra.
Si bien desde ese punto de vista televisivo una segunda temporada de 'Por trece razones' tiene toda la lógica del mundo (¿por qué no renovar la serie que ha revolucionado tanto a la audiencia?) lo que no está tan claro es que tenga sentido a nivel argumental. ¿Es necesaria esta segunda temporada?
Hay que dejar en paz a Hannah
Aunque al principio, cuando se empezaba a comentar la posiblidad de la renovación, se aseguraba que la historia de Hannah estaba cerrada y que se iban a centrar más en cómo quedan los personajes tras digerir "lo de las cintas", este parece no ser el plan cuando se confirmó que volvería para la segunda temporada de la serie porque todavía hay "interrogantes que resolver" en torno a ella.
En una reciente entrevista a EW Brian Yorkey, creador de la serie, aseguró que volveríamos a navegar entre el futuro y el presente indagando (aún) más en quién fue responsable de la muerte de Hannah Baker, si es que hubo. Una búsqueda de respuestas que, a nivel argumental, es completamente innecesaria tras todo lo desarrollado en la primera temporada de 'Por trece razones'.
Si una cosa logró demostrar Hannah a través de las cintas es que no hay un único responsable ni un único evento que determinara su decisión. De hecho se despliega alrededor de ella todo un cúmulo de circunstancias tales que sería imposible determinar la decisiva (aunque se evidencia la que llamaríamos "la gota que colma el vaso").
¿Es imprescindible "resolver" la trama?
El motivo principal por el que los guionistas justifican la nueva temporada de 'Por trece razones' es que es necesario resolver la trama. Ya en su momento Jay Asher, autor del libro, desestimó escribir una secuela, a pesar de que la idea rondaba en su cabeza. Sí que es cierto que al ver su adaptación vio potencial para ello y el final de la temporada deja unos cuantos cabos sueltos que sería interesante ver resueltos. Sobre todo a lo que Bryce, Alex o el propio Clay se refiere.
Aquí he de reconocer que me debato entre el sí y el no. Como espectador: el hecho de que una serie te deje cabos sueltos es frustrante. Pero por otro lado y analizando cómo quedan los personajes en el último episodio con cierta distancia, tampoco creo que tenga el suficiente peso como para aguantar sobre sus hombros otra temporada, sobre todo una de trece episodios.
De hecho la primera temporada adolece de tener que repartir su trama en dicho número de episodios. Si no se sabe llevar bien, se diluye tanto la trama como los estamentos sobre el tema a tratar. Una dolencia que también sufren bastantes de las series de Netflix y que en una época en la que las producciones televisivas no están tan atadas a esquemas estrictos de duración y número de episodios queda anacrónico.
'Por trece razones' funcionaría mejor como antología
Vayamos ahora a un punto que sí que me parecería muy interesante: reinventar 'Por trece razones' como antología. Por desgracia, el acoso escolar está presente en la casi totalidad de los centros educativos y el suicidio es una realidad incómoda. 'Por trece razones' me parece buen vehículo para hablar de estos temas tratando casos diferentes al de Hannah.
Una de las críticas que recibía la serie la acusaba de simplificar toda la complejidad de esta problemática en el personaje de Hannah. Si bien esto no creo que sea cierto, sí que es un buena excusa para aportar otras visiones a factores de riesgo que pueden llevar al suicidio. Por tanto a 'Por trece razones' le puede venir bien cambiar de aires, escenario y personajes de temporada a temporada para así poder ver otros casos y concienciar desde diferentes perspectivas sobre el acoso, la ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y, claro está, el suicidio.
Estamos en una época en la que los medios de entretenimiento buscan afrontar y dar visibilidad de forma más que directa grandes problemas que existen en nuestra sociedad. Por tanto creo que son necesarias series como 'Por trece razones': series que traten temas escabrosos e incómodos pero que sirvan también para concienciar sobre ello... pero dichas series también tienen que saber cuándo su trama está agotada.
En ¡Vaya Tele! | 'Por trece razones', melancólico relato sobre la empatía
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