Después de haber mostrado lo peor de sí mismo, la ex-estrella de la sitcom ochentera 'Horsing around' BoJack Horseman ha conseguido superarse y dejar a un lado la autocompasión para convertirse en un actor de verdad. Eso significa entrar de lleno en el mundillo de "Hollywoo", relacionarse con el famoseo (preparaos para más críticas ácidas al star system) y volver a ser popular.
Aunque parece que su descenso a los infiernos y posterior redención le ha servido de algo y ahora está más centrado. Todo lo centrado que puede estar un drogadicto llevando una vida tan crápula y convertido, gracias a Secretariat, en el actor de moda y candidato al Oscar. Sin embargo, algo ha cambiado en su interior y ahora se hace preguntas.
Queda claro que volveremos a ver su yo más decadente pero también le veremos agobiado por la presión de tener que seguir demostrando que tiene talento. Pura fábula hollywoodiense. Mientras, continúa eñ viaje que empezó con la serie: la eterna búsqueda de la felicidad. Para seguir siendo el relato crudo y crítico e irónico que es, a BoJack probablemente le tocará descubrir que tampoco está en los premios ni en el reconocimiento ni en las drogas.
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